viernes, 23 de julio de 2010

Carta abierta a Google sobre la publicidad de empresas abortistas




Google ha modificado su política en España para permitir los anuncios de los abortorios.

Estimados Sres:

Muchas gracias por comunicarnos la modificación de las políticas de Google, que pasa a admitir la publicación de anuncios de empresas abortistas en España.

Sinceramente, nos ha decepcionado por varios motivos.

Jurídicamente, el aborto sigue siendo un delito, despenalizado en determinados supuestos, a partir de la semana 14 del embarazo. El aborto sigue tipificado en el código penal español, con penas de cárcel para el empresario o profesional que lo comenta fuera de los supuestos de despenalización.

Por tanto, si no impide la publicación de anuncios de empresas autorizadas a cometer abortos a partir de la semana 14, Google anunciará y promoverá la práctica de delitos, aún en los casos en que ese delito no lleve aparejada la pena correspondiente.

La ley cuya aplicación se alega como base de la decisión de modificar las políticas de Google ha sido recurrida al Tribunal Constitucional, que todavía no ha dictado Sentencia. Si nos atenemos a la doctrina sentada en su Sentencia de 1985, y a los votos particulares al Auto por el que se acuerda la no suspensión de la norma, es muy posible que la ley del aborto sea declarada inconstitucional. Nos parece una imprudencia que Google haya modificado sus políticas antes de conocer la Sentencia que dirima la compatibilidad de la ley del aborto con la Constitución española (que en su artículo 15 consagra el derecho a la vida) y, en caso de declararla inconstitucional, determine su nulidad de pleno derecho.

La decisión de admitir la publicación de anuncios de empresas abortistas en España nos parece incompatible con la política que Google aplica en países como Alemania o Francia, por la que se impide en estos países anunciar sitios web que promocionen “servicios de aborto”. La legislación sobre el aborto en ambos países es esencialmente idéntica a la recientemente aprobada en España, combinando el modelo de plazos (el aborto queda despenalizado en las 12 primeras semanas de gestación) con el de indicaciones hasta la semana 22 del embarazo. Y, sin embargo, con una normativa equivalente, las empresas abortistas alemanas y francesas no se pueden anunciar en Google, mientras que los establecimientos abortistas españoles sí que podrán multiplicar su negocio gracias a los anuncios en Google.

Google no entra a considerar la tragedia que supone el aborto, que implica, por una parte, la muerte cruel y violenta de un ser vivo de la especie humana y, por otra, un terrible drama para la mujer que lo sufre.

Con esta decisión, Google se beneficia económicamente de una industria multimillonaria, que ha hecho ricos a un grupo de empresarios que han basado su modelo de negocio en acabar con la vida de seres humanos inocentes y en ocultar a sus clientas las consecuencias físicas y psíquicas del aborto que quieren cometer.

Quedamos a vuestra disposición para aclarar cualquiera de nuestras consideraciones que apuntamos en esta carta.

Atentamente,

Ignacio Arsuaga

Ciao.

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