sábado, 23 de agosto de 2014

¿Qué diferencia hay entre el TODO y el todo?



¿Qué diferencia hay entre el TODO y el todo? ¿Por qué, por un lado, busco sentirme en la plenitud del TODO y, por el otro, busco todo el prestigio, todo el poder, la totalidad de tal o cual persona que deseo, toda la inteligencia, todos los privilegios, toda la belleza, todo el reconocimiento... para mí?

Podría decirse que el TODO es Dios y el todo no es Dios. No obstante, el "todo" no tiene por qué ser malo.
Dicho de otro modo, un medio, aunque sea bueno, si lo convertimos en fin en sí mismo se convierte en perjudicial puesto que el fin no puede ser otro que Dios. De ahí la importancia del discernimiento para poder llegar a elegir entre dos cosas buenas.
Ignacio lo intuyó a medida que se fue conociendo:
El Buen espíritu es el que nos deja en paz, sosiego y gozo y, en cambio, el mal espíritu es el que nos hace sentir ansiedad, insatisfacción e inquietud.
Así pues, ¿Cómo me siento yo? ¿Por quién me dejo guiar?

Espiritualidad ignaciana

Ciao.

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