viernes, 17 de octubre de 2014

"Parábola del amor"



- "Te moldearé", le dijo el hacha al pedazo de hierro mientras descendía con
toda su fuerza sobre uno de sus costados.
Pero a cada golpe que le daba iba perdiendo su filo, hasta que después de un
rato aquella herramienta no pudo más, había quedado completamente obtusa.

- "Déjenmelo a mí", repuso el serrucho mientras clavaba sus dientes en el
pedazo de hierro, los cuales fueron desapareciendo uno por uno.

- "Yo me encargaré de modelarlo", profirió con arrogancia el martillo,
mientras se burlaba de sus compañeros que habían fracasado. Pero después de
varios golpes se le quebró el mango y se le desprendió la cabeza.

- "¿Me permiten probar?, inquirió humildemente una pequeña llama.

Los tres se rieron a carcajadas, pero se lo permitieron porque estaban convencidos de
que también iba a fracasar. Sin embargo, aquella llamita cubrió el pedazo de
hierro; no se desprendió de él, lo abrazó y lo abrazó hasta volverlo blando
y darle la figura que quería.
Aquella pequeña llama logró lo que las otras tres poderosas herramientas no
pudieron alcanzar. Así es el amor.

Hay en el mundo corazones tan duros que pueden resistir los hachazos de la
ira, los dientes del encono, y los golpes de orgullo y del rechazo, pero por
más severo que sea el corazón de la persona, no podrá resistir los embates
del amor; porque el amor es la fuerza más poderosa de este mundo.
(Desconozco el autor).

Ciao.

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