Se nos dice que la Navidad es una “época de alegría” y un “momento de gozo”.
Pero, en tanto la Navidad se acerca, ¿No es verdad que experimentamos a veces cosas muy lejos de alegría y gozo?
¿Nos encontramos hundid@s y con estos días llenos de cosas por hacer?
¿Estamos cansad@s después de un largo año y los numerosos problemas y dificultades que aparecen en nuestro camino?
¿Pensamos que la Navidad es una presión más y una demanda más de nuestro tiempo?
Detengámonos por un minuto.
Es posible que pensemos que no tenemos tiempo para detenernos por las múltiples ocupaciones que estas fiestas nos traen, pero deberíamos hacerlo por nuestro propio bien porque solo pretendo que en estos momentos encontramos la calma y la paz esta Navidad.
En vez de esperar a sobrevivir las fiestas, quiero mostraros y mostrarme que realmente merece la pena gozar de este momento!
Significará sin embargo un intercambio.
Todos tendremos que abandonar algo en nuestra ocupada vida para que podamos hacer espacio para algo mejor.
Todos podemos mirar a cada Navidad como que necesita ser mas grande y mejor que la anterior, y ansiosamente ocuparemos cada momento haciendo preparativos para esa meta.
Pero a veces menos es más.
¿Nos hemos parado a pensar respecto a que si todo este correr y agobio es necesario?
¿Estamos haciendo a nuestro seres más felices esta Navidad?
¿O estamos dejando fuera las cosas verdaderamente importantes en la vida para así seleccionar los regalos perfectos, arreglar las decoraciones impecablemente, y reunir los mas suntuosos ingredientes para la cena de Navidad?
Mientras menos desesperados estemos en crear la Navidad “perfecta”, más tiempo encontraremos para vivirla y disfrutarla.
Mientras menos estresados y presionados estemos, más felicidad y alegría llenará los momentos que estemos junto a nuestros seres queridos.
La Navidad se disfruta mejor cuando no esté centrada en las decoraciones, regalos, o festividades, sino cuando el amor es el centro.
El amor es la esencia de la Navidad
La Navidad debiera significar ocupar tiempo precioso con nuestra familia y amigos. Tenemos que ver con acariciar y celebrar el amor que compartimos.
Tristemente, el amor puede perderse entre el movimiento y el bullicio que nos traen estas fiestas. A veces está tapado por las decoraciones y regalos, las compras sin fin, y la cena de Navidad y su contenido.
La Navidad es época de fiesta, pero tiene que ver con mucho más que eso.
La Navidad es Mi cumpleaños, el cumpleaños de Jesús, es decir, nuestro cumpleaños. Es época de celebrar el mas grande regalo dado a la humanidad.
¿Podemos tomar un momento para nosotros ahora, en honor a esta gran Cumpleaños?
¿Podemos gastar un minuto para dejar que Jesús nos diga cuanto "Te amo" y escuchar en silencio su voz de Amor?
¿Puedes parar para agradecerle por Su amor, y reflexionar cómo puedes esparcir más amor por el mundo?
El nacimiento de Jesús fue un acto de amor por ti y por mi, que nos trajo a la Tierra hace más de 2000 años a Jesús nuestro Salvador.
Fue Su amor el que Le dio ímpetu para caminar por nuestro mundo y ser uno de los nuestros, para vivir y morir por nosotros.
El amor fue, y aún es, el centro de Su existencia y de la nuestra.
Todo lo que Él ha hecho ha sido por amor a todos nosotros personalmente, y por amor a la humanidad como un todo.
¡Significas mucho para Él, y Él debe significar mucho para nosotros!
En esta Navidad, tomémonos tiempo para amar.
Si lo hacemos, estaremos dándole un maravilloso regalo, y a Él le será posible darnos especiales regalos este año.
Las festivas decoraciones, los deliciosos alimentos, los muchos regalos, caerán en el olvido la mayor parte de ellos, perdidos entre los recuerdos de muchas Navidades; pero el amor que habremos compartido y alimentado vivirán por siempre.
Si alguien de vosotros aún no ha experimentado el hermoso amor de Jesús, el corazón y el alma de la Navidad, puede hacerlo ahora.
Todo lo que necesitamos para conseguirlo es invitarle a entrar en nuestro corazón y vida.
ORACIÓN:
Jesús, te agradezco por el amor que me has mostrado al venir a la Tierra, al vivir y morir por mí. Quiero celebrar esta Navidad contigo.
Deseo conocerte, recibir Tu amor y Tu regalo de la vida eterna. Por favor toca mi vida con el amor que Tu tienes para ofrecer, y ayúdame a compartir ese amor con otros también.
Amén.
Ciao
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