miércoles, 6 de mayo de 2015

Cuando aprendas a valorar tu vida...



Cuando aprendas a considerar tu vida y cuanto hay en ella como el milagro que es, comprenderás enseguida que quejarse es desperdiciar el milagro que eres.
Cada instante que pasas disgustado, desesperado, angustiado, furioso o dolido a causa del comportamiento de otra persona es un instante en el que renuncias al control sobre tu vida.
Obsérvate a ti mismo y a los demás en este mundo disparatado, y después decide que es mejor, pasear por ahí la rabia o desarrollar un sentido del humor que te proporcionará a ti y al prójimo el más preciado de todos los dones: La risa.
En la vida todo es paradoja. Cuanto más desees la aprobación, más contundente será la negativa de los demás a aprobarte; cuanto menos te importe el que te aprueben o no, más aprobación conseguirás.
Cuando alcanzas suficiente paz interior y te sientes realmente positivo, es prácticamente imposible que otra persona te controle y te manipule.
Si eres feliz, si vives cada momento aprovechando al máximo sus posibilidades, entonces eres una persona inteligente.
Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades.
En verdad no puedes crecer y desarrollarte si sabes las respuestas antes que las preguntas.
No necesitas admitir a nadie en tu vida a menos que llegue cargado de afecto y armonía.
El progreso y el desarrollo son imposibles si uno sigue haciendo las cosas tal como siempre ha hecho.
No dejes que los planes que tienes para ti sean más importantes que tú mismo.

¡Vive! ¡Ama! ¡Sé Feliz!

Ciao.

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