Amamos la naturaleza, nuestra casa, las tradiciones que hemos vivido en nuestra familia desde pequeños... Pero, sobre todo, el Amor encuentra su plenitud entre las personas.
La relación de amor es fundamental para toda vida humana: Una relación en la que recibimos y en la que damos, un deseo de comunión con los demás...
Pero que no es lo mismo un amor infantil que el que apasionadamente vive un adolescente o el de pareja que ha establecido una convivencia. O el amor de quien ha perdido alguien a quien amaba o el del monje contemplativo en su oración.
Una sola palabra e infinitas situaciones de nombrar esta palabra tan manoseada últimamente.
"Al final de los días seremos examinados sobre el amor". ¡Qué examen, qué complejo, cuántas circunstancias y matices!
San Ignacio, al final de los Ejercicios Espirituales, propone como compendio de una vida transformada por el Espíritu la famosa sentencia "en todo amar y servir".
¿Es mi amor de este tipo? ¿Dónde queda el servicio en mi vida?
Ciao.
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