viernes, 27 de abril de 2007

El don de la palabra


Decía Gandhi que:
"SI DEJÁSEMOS DE HABLAR SOBRE COSAS SIN INTERÉS Y HABLÁSEMOS SOLO LO QUE IMPORTA (E INCLUSO DE ESTO LO MENOS POSIBLE), GANARÍAMOS MUCHO TIEMPO PARA NOSOTROS Y PARA LOS DEMÁS".

Tenía razón, porque ¿os habéis parado a pensar alguna vez, la cantidad de palabras que soltamos por nuestra boca al cabo del día?
Hablamos y hablamos, pero en la mayoría de las veces decimos pocas cosas que realmente valgan la pena.
Hablar bien es, ciertamente un don. No me estoy refiriendo a ser capaz de pronunciar un gran discurso, como lo hacen nuestros políticos o nuestra gente de letras. Cuando yo digo hablar bien, me refiero a decir la palabra oportuna, en el momento oportuno, o a ser capaces de decir algo que realmente tenga sentido.
Estamos hartos de escuchar por la radio o la televisión a personas que siendo muy importantes aparentemente, nos sueltan unos discursos cargados de palabras bonitas, pero sin ningún contenido. Aparentemente han dicho muchas cosas, pero los que le escuchamos nos hemos quedado lo mismo que estábamos ¿No es cierto?
Vivimos en un mondo en que la comunicación sincera entre las personas se está perdiendo por desgracia.
Sí es verdad que se habla mucho, pero la mayoría de las veces es de cosas sin importancia. El tener una conversación sincera con los amigos, es algo casi impensable. Nadie tiene tiempo ya, para escuchar, y poco a poco vamos perdiendo esa buena costumbre que era, la de la tertulia con los amigos o la familia después de una buena comida, por ejemplo.
Ahora todo el mundo tiene prisa. Ya nadie se preocupa de averiguar qué es lo que está pasando a su alrededor, qué se siente en su vecindad, o cómo sufren o gozan sus convecinos.
Debemos volver a recuperar el tiempo perdido, parándonos a conversar con los que nos rodean.
Con una palabra de apoyo dicha a tiempo, se puede solucionar muchos estados de ánimo, muchos sufrimientos, porque con un pequeño gesto de escucha hacia los demás, haremos mucho bien.

Ciao.

2 comentarios:

El Hermano Montgolfier dijo...

Ay!, querida Lourdes, la palabra es un don que debemos aprovechar. Hoy estoy prolífico y me apetece dejar comentarios en todos lados, y te tocó a tí también.
A veces me gusta estar con amigos, en un bar (con el rabillo del ojo vigilando a los nenes), y hablar, hablar de tonterías, o de algo interesante. Arreglar el mundo, como se suele decir. La palabra hay que usarla, no sea que nos pase como a todos aquellos que se han arrepentido de no haberlo dicho todo cuando pudienro. ¿Que decimos tonterías, o vaguedades? ¡Qué mas da!, por lo menos hemos hablado.

Anónimo dijo...

Hola "veci"!!, sólo quería decirte que me encanta tu blog. Lo he descubierto hoy y te aseguro que ya tienes un lector asiduo!

me encantó este: "El don de la palabra", me siento muy identificado con él. Ánimo y a seguir escribiendo.

Un beso guapa, cuídate. (nandixi)