sábado, 14 de septiembre de 2013

Benditos...



Benditos sean los que tienden la mano para ayudar, los que intentan comprender, los que anhelan compartir.
Los que para dar su opinión no necesitan subirse a ningún podio, los que se hacen tiempo para escuchar y los que saben que siempre hay algo por aprender, aquellos que tratan de pulir y de borrar sus mezquindades y no simplemente de ocultarlas, los buenos amigos y el culto a la amistad.
Los que pueden eludir la costra y ver la esencia, los que pueden gozar de la poesía que tiene este mundo maravilloso.
Los que no abandonan sus principios ni sus raíces, pero que no se cierran a los cambios ni renuncian a intentar volar.
Los que sueñan despiertos, sobre todo si sueñan mejorar el mundo que los rodea,
y benditos los que del sueño saltan a la acción. Los que odian el egoísmo, el dolor, y la apatía ante la injusticia.
Los que creen que nunca se llega al ideal pero luchan con pasión infatigable por sus ideales.
Los que piden perdón, los que dicen gracias y los que no se olvidan de decir por favor.
Los que no subsisten sollozando, mientras esperan el milagro, sino que se proponen forjar algo milagroso.
Los que se arriesgan por las causas perdidas, por conquistar corazones y por el bien de los amigos.
Los que se arriesgan a mostrar sus sentimientos. Los que se arriesgan, los que aman la vida.
Todos los lugares donde hemos estado, los lugares donde quiero llevarte, los lugares donde estaremos juntos.
Bendito sea el camino que me llevó a conocer tu sonrisa, puerta de tu alma.
Benditos sean tus ojos, porque es bueno que lo sepas, aun en la soledad más profunda me acompaña tu mirada.
El primer suspiro de Amor...es el último de la razón.

Ciao.

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