miércoles, 21 de mayo de 2025

Ser luz en un mundo que lo necesita

En nuestro día a día, estamos llamados a ser luz, a iluminar con nuestra presencia y nuestras acciones aquellos lugares y corazones que atraviesan momentos de oscuridad, no hace falta realizar grandes obras para ser una fuente de luz; a veces, un gesto sencillo como una sonrisa, una palabra de ánimo o una escucha atenta pueden hacer una diferencia enorme, cuando permitimos que el amor de Dios brille en nosotros, nuestras acciones se convierten en reflejos de Su amor, tocando vidas y transformando realidades.

Pero, ¿Cómo estamos siendo luz en nuestras familias, en nuestros trabajos, o en nuestras amistades? ¿Somos conscientes de que cada uno de nosotros tiene el poder de llevar un poco de esperanza y alegría a los demás? Te invito a que hoy te preguntes: ¿De qué manera puedo ser luz para alguien en este momento?

Ciao.

 

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