Tu sabiduría es sorpresa para el niño, desafío para el que busca y promesa para el que sueña.
Tu sabiduría es necia para quien quiere ser Dios, pero cierta para quien se sabe humano, finito y frágil.
Tu sabiduría es cruz donde se alza el que ofrece un brazo amigo, una palabra cierta, un encuentro liberador.
Tu sabiduría es llave que abre portones largo tiempo cerrados y trae a nuestras estancias un aire de libertad y gozo, de comunión y fiesta.
Haznos sabios, Señor, con esa sabiduría tuya de evangelio y reino, de camino y mesa.
José María R. Olaizola, SJ
Ciao.
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