Somos semillas de paz y de esperanza

Somos semillas de paz y de esperanza. En medio de un mundo marcado por tensiones, divisiones y conflictos, nuestra misión es sencilla pero profundamente transformadora: Dejarnos sembrar y permitir que, desde nuestra pequeñez, brote la vida. Como las semillas, lo que parece insignificante contiene en sí una fuerza vital capaz de regenerar y renovar lo que toca.

Somos invitados a reconocer que el fruto no depende solo de nuestras fuerzas, sino de entregarnos plenamente, como la semilla que se confía a la tierra. Esa entrega abre paso a un don mayor que actúa incluso en los lugares más áridos e inhóspitos. Allí donde nadie espera vida, la semilla germina con una potencia sorprendente, mostrando que la esperanza no se apaga y que siempre es posible un nuevo comienzo.

También una llamada a la responsabilidad. Sembrar paz y esperanza no es una tarea abstracta, sino una opción concreta que se manifiesta en gestos cotidianos: Escuchar, reconciliar, cuidar la creación y acompañar a quienes más lo necesitan. Cada persona, desde su propio lugar, puede convertirse en un brote de vida que transforme la tierra en un espacio más justo y fraterno.

Ciao.