miércoles, 24 de octubre de 2007

La "anticreación"


Al fín, el hombre destruyó el cielo y la tierra.
La tierra era bella y fértil, la luz brillaba en las montañas y los mares, y el espíritu de Dios llenaba el Universo.

Y el hombre dijo:
"Posea yo todo el poder en el cielo y en la tierra".
Y vió que el poder era bueno y llamó "grandes jefes" a quienes tenían el poder, y dió el nombre de débiles a los que buscaban la reconciliación.
Así fué el sexto día antes del fín.

Y el hombre dijo:
"Haya una gran división entre los pueblos: Y póngase a un lado las naciones que están conmigo y al otro lado las naciones que están contra mí".
Y hubo buenos y malos.
Así fué el día quinto antes de fín.

Y el hombre dijo:
"Juntémos nuestras fortunas en un lugar y creemos instrumentos para defendernos: la radio y la televisión para controlar los espéritu de los hombres, la movilización y el registro para controlar el cuerpo de los hombres, y los uniformes para dominar la alma de los hombres".
Así fué el cuarto día antes del fín.

Y el hombre dijo:
"Haya censura para distinguir nuestra verdad de la de los demás".
Y fué así: El hombre creó dos grandes instituciones: una para ocultar la verdad en el extranjero.
Y la otra, para defenderse de la verdad dentro de casa. El hombre lo vió, y lo encontró normal.
Así fué en tercer día antes del fín.

Y el hombre dijo:
"Fabriquemos armas que puedan destruir a distancia a la mayor cantidad de multitudes".
De este modo perfeccionó la guerra bacteriológica, perfeccionó los arsenales de muerte submarinos, los proyectiles teledirigidos.
El hombre vió y se enorgulleció.
Entonces los bendijo y les dijo: "Sed numerosos y grandes sobre la tierra llenad las aguas del mar, y los espacios celestes, multiplicaos".
Así fué el día segundo antes del fín.

Y el hombre dijo:
"Hagamos a Dios a nuestra imagen y semejanza, digamos que Dios obra como nosotros obramos, que piensa como nosotros pensamos, y que mata como nosotros matamos".
Y el hombre creó un Dios a su medida, y lo bendijo diciendo: "Muéstrate a nosotros y pon la tierra a nuestros pies: no te faltará nada, si haces nuestra voluntad".
Y así fué:
El hombre vió todo lo que había hecho y estaba muy satisfecho de todo ello.
Y así fué el día antes del fín.

De pronto se produjo un gran terremoto en toda la superficie de la tierra, y el hombre y todo lo que había hecho, dejaron de existir.
Así acabó el hombre con el cielo y con la tierra.
La tierra volvió a ser un especio vacío y sin orden; toda la superficie del océano se cubrió de oscuridad y el Espíritu de Dios, aleteaba sobre las aguas.

Ciao.

2 comentarios:

inigolcg dijo...

Madre mía, que apocalíptico ¿no?

lojeda dijo...

Tal vez sí, pero ¿no crees que ahora estamos viviendo el preámbulo?
Yo sólo quiero hacer reflexionar, para evitar que pase precisamente lo que nos cuenta esta reflexión.
Besitos