viernes, 31 de octubre de 2025

Jesús murió a los 33 años...

Jesús murió a los 33 años...

Tu columna tiene 33 vértebras.

No es casualidad que los mismos años que marcaron la plenitud de su entrega, también estén grabados en tu espina.

Tienes 12 costillas a cada lado, como los 12 apóstoles, las 12 tribus, las 12 puertas del cielo.

Dios construyó su diseño en tus huesos.

Tu cuerpo es un templo donde el cielo habita.

Tu nervio vago, en forma de cruz, conecta cerebro, corazón e intestino.

Se activa cuando oras, cuando respiras profundo, cuando perdonas.

Calma tus tormentas.

Es como si Cristo viviera dentro, sanando desde adentro.

Jesús resucitó al tercer día.

La ciencia dice que al tercer día de ayuno, tu cuerpo comienza a regenerarse.

Mueren células viejas. Nacen nuevas.

Tu cuerpo se resucita a sí mismo.

Eso no es casualidad.

Eso es diseño divino.

Tu corazón late con electricidad.

Tu cerebro se ilumina cuando rezas.

Tus lágrimas cambian su composición según lo que sientes.

Tus huesos guardan memoria.

Tu cuerpo adora, lo sepas o no.

Fuiste creada/o con temor y maravilla.

Eres una profecía con piel.

Polvo y divinidad, alma y cuerpo.

Dios no solo te creó: Se talló a sí mismo en ti.

No mires lejos para encontrarlo.

Solo mira hacia dentro.

Siempre ha estado ahí.

Y si anhelas una palabra viva, una oración que abrace, un camino para servir a los demás y traer luz donde hay sombra...

Camina con Cristo. Porque al final, todo se trata de Él...  De Jesús.

Ciao.

 

jueves, 30 de octubre de 2025

Apóstol

Apóstol...
Vamos, amigo, no te calles ni te achantes, que has de brillar como fuego nocturno, como faro en la tormenta, con luz que nace en la hoguera de Dios.
Vamos, amigo, no te rindas ni te pares, que hay quien espera, anhelante, que compartas lo que Otro te ha regalado.
¿Aún no has descubierto que eres rico para darte a manos llenas?
¿Aún no has caído en la cuenta de la semilla que, en ti, crece pujante fértil, poderosa, y dará frutos de vida y evangelio?
Vamos, amigo.
Ama a todos con amor único y diferente, déjate en el anuncio la voz y las fuerzas, ríe con la risa contagiosa de las personas felices,
llora las lágrimas valientes del que afronta la intemperie.
Hasta el último día, hasta la última gota, hasta el último verso.
En nombre de Aquel que pasó por el mundo amando primero.
José María Rodríguez Olaizola, SJ
Ciao.



 

miércoles, 29 de octubre de 2025

Ven Espíritu Santo, y enséñame a esperar...

Ven Espíritu Santo, y enséñame a esperar...

Porque las cosas que deseo no llegan rápidamente, enséñame a esperar.

Porque no puedo pretender que los demás cambien de un día para el otro, enséñame a esperar.

Porque yo mismo voy cambiando muy lentamente, enséñame a esperar.

Porque la vida tiene sus estaciones y todo llega a su tiempo, enséñame a esperar.

Para que acepte que no estoy en el cielo sino en la tierra, enséñame a esperar.

Para que no le exija a este día lo que no me puede dar, enséñame a esperar.

Para que reconozca que el mundo no puede estar a mi servicio, enséñame a esperar.

Ven Espíritu Santo, y enséñame a aceptar que muchas cosas se posterguen, para que valore lo que la vida me propone ahora, aunque sea pequeño, aunque parezca poco.

Ven Espíritu Santo, enséñame a esperar.

Amén.

Ciao.

 



martes, 28 de octubre de 2025

Yo, si soy así, Señor

YO, SI SOY ASI, SEÑOR 

Quiero hacer una oración sin distracciones, y me pierdo al mínimo ruido.

Digo alabarte, y me miro a mi mismo.

Digo quererte, y me quiero demasiado a mí mismo.

Digo complacerte, y busco mi interés.

Digo estimarte, y renuncio a muy poco por Ti.

YO, SI SOY ASI, SEÑOR

Quiero mirarte frente a frente, y observo a los que me rodean.

Quiero seguirte, y voy detrás de tus enemigos.

Quiero escucharte, y saliendo de tu templo, lo olvido todo.

Quiero corregirme, y caigo en el defecto de ser juez de los demás.

Quiero superarme, y exijo que sean los demás quienes lo hagan.

YO, SI SOY ASI, SEÑOR

Quiero adorarte, y me cuesta ponerme de rodillas

Quiero guardar silencio, y no sé vivir sin el ruido.

Quiero hablar con tu lenguaje, y sólo utilizo el diccionario que me ofrece el mundo

Quiero buscar tus huellas, y voy detrás de aquellas que conducen a la fama.

PORQUE, YO SI QUE SOY ASI,  SEÑOR,

Dame humildad para reconocer mis fallos.

Fortaleza para hacerles frente.

Gratitud para agradecerte lo mucho que Tú haces por mí.

Oración para mirarte y nunca ofender a los demás.

Espíritu para dejarme moldear por tu Palabra.

Amén.

Javier Leoz Ventura

Ciao.

 

lunes, 27 de octubre de 2025

El fariseo que llevo dentro

El fariseo que llevo dentro...

Subo al templo cargado Señor...

De mis obligaciones cumplidas, de horas entregadas.

De servicio, capacidades y retos.

De sueño y vela, de vidas e historias.

De agradecimiento y de falta de él.

De sentirme satisfecho por haberme entregado.

A la vez que arrepentido por lo que me he reservado.

Al llegar a lo alto hago mi ofrenda.

Con una humildad que en el fondo ostenta.

¿Pensando en Dios? ¿O quizá más en mí mismo?

Aquí tienes Señor esto, que hizo funcionar aquello.

Aquí esta noche en vela, semilla de un imposible.

Aquí los desvelos, que impidieron que aquello muriera.

Aquí las gracias dadas por la gente.

Y aquí también, todo lo que otros no hacen.

Lo que suplo entre críticas y malhumor con mi tiempo.

Al bajar las escaleras estoy complacido, lleno y pagado.

Y es entonces cuando veo al Señor junto a la puerta,

Con esa viuda, con los pecadores, con el publicano,

Y junto a todos aquellos a los que juzgo,

Los que pienso que no se entregan, los que no dan todo.

Los que no hacen nada, los que no llegan.

Tú hablas con ellos Señor, les sonríes, y aceptas su pobre ofrenda, porque está llena de Dios en su humildad y entrega.

Entonces me doy cuenta de que bajo del altar lleno de mí, de obligaciones y plazos cumplidos, de tareas hechas,  en las que Tú estás, sí, pero no eres el centro ni el destinatario, ni el protagonista. Y siento entonces arrepentimiento y vergüenza, al ver mis costuras a la vista, y quisiera deshacerme de cada obra hecha, retirar del altar toda mi ofrenda.

Pero tu mirada, alegre y limpia, se vuelve hacia mí y me recuerda, que siempre es tiempo de conversión, de hacer nuevas las cosas siempre hechas, de situarse de otro modo en el camino, de evitar el juicio, de mirar sólo a Dios, y de ofrecer como un pobre mi pobreza.

Dani Cuesta, SJ

Ciao.

 

domingo, 26 de octubre de 2025

Talita Qum

TALITA QUM...

Ahora. Levántate.

No te dejes morir en muertes cotidianas que acallan el verso, que secan el alma y frenan el paso hasta dejarte inerte

No mueras en vida, sepultado por nostalgias, rendido antes de tiempo, consumido por dentro.

No permitas que te envenene el odio, ni dejes que la amargura –¿O es miedo a vivir?– haga de tu corazón una losa.

Levántate.

Sostenido por la memoria de buenos amigos y buenos momentos, confiado en un hoy grávido de oportunidades.

Movido por la esperanza en lo que ha de llegar.

Levántate, agradecido por tanto…

Ama, descubre los milagros ocultos, cree.

Y pelea, si hace falta, la batalla nuestra de cada día.

Que eso es ser humano.

Levántate. Ahora.

José María R. Olaizola, SJ

Ciao.

 

sábado, 25 de octubre de 2025

El Dios de la fe

En medio de la sombra y de la herida  me preguntan si creo en Ti. 

Y digo: Que tengo todo, cuando estoy contigo,  el sol, la luz, la paz, el bien, la vida.

Sin Ti, el sol es luz descolorida. 

Sin Ti, la paz es un cruel castigo. 

Sin Ti, no hay bien ni corazón amigo. 

Sin Ti, la vida es muerte repetida.

 Contigo el sol es luz enamorada  y contigo la paz es paz florida. 

Contigo el bien es casa reposada  y contigo la vida es sangre ardida.

 Pues si me faltas Tú, no tengo nada:  ni sol, ni luz, ni paz, ni bien, ni vida...

 José Luis Martín Descalzo

Ciao.