viernes, 11 de julio de 2025

Somos un proceso de la vida

La actualidad nos trae corriendo, vivimos en una vorágine que pretende que nuestra forma de ser sea inmediata, definido ya, acabado ya, todos perfectos, todos definidos y acabados, sin derecho al hacerse.

Sin embargo, la vida tiene mucho parecido al bosquejo que los pintores realizan al ejecutar una pintura, al inicio muchos trazos no definitivos. Encajar aquella porción de realidad significa trazar, borrar, rehacer, volver a borrar, y poco a poco en la medida que la obra va obteniendo el punto deseado, los perfiles, las líneas, formas y colores se van definiendo, y sin embargo, siempre se pueden rehacer. La obra no es inmediata, se trata de un proceso.

La vida, tiene un poco-mucho de esto, somos procesos, en la medida que vamos caminando nuestros senderos se van perfilando, como barro en manos del alfarero, o como pintura en el pincel del creador divino, poco a poco y en la medida que nos dejamos guiar por el Espíritu de Dios la vida se va esquematizando y convirtiéndose en obra de arte, única y especial, con nuestros propios matices pero siguiendo nuestros procesos, que inmediatos no son. Una buena noticia, el camino siempre se puede reandar.

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.

 

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