lunes, 14 de mayo de 2007

La sinceridad


Hoy quiero comenzar con una pregunta:
¿Creéis que somos sinceros cuando hablamos? ¿Decimos siempre la verdad, o tal vez, somos de los que disfrazamos nuestras palabras con florituras y frases maravillosas, para encubrir nuestras mentiras?
Hay momentos en que decir la verdad es difícil, lo reconozco. Más aún, cuándo nos preguntan algo, y esperan en nuestra respuesta, lo que quieren oír, y no lo que en verdad es. Pero aún en esas ocasiones, soy de la opinión que de debemos decir lo que sentimos, pues de lo contrario sería un engaño y una traición a nuestro sentir. Es preferible decir lo que se piensa, que mentir para que la otra persona se sienta a gusto con nuestra respuesta.
Cuenta Tony de Mello una historia en unos de sus libros que dice así:
"Cierta vez, en un negocio donde se vendía la verdad, alguien preguntó al precio. El comerciante le dijo:
- Media verdad es baratísima, pero la verdad entera le costará toda una vida de sufrimiento. Muchos son los que se quedan con la más barata".
Creo que esta anécdota es significativa para decirnos el precio que tenemos que pagar por nuestra sinceridad con los demás. Es difícil, hay que reconocerlo, pero pienso yo que la recompensa merecerá la pena. Al final nos sentiremos en paz con nosotros mismos, y eso nos aliviará.
Los demás nos verán como personas auténticas y valientes, dignas de merecer su confianza.
El diccionario nos da el significado de esta palabra. Nos dice de ella que "sinceridad es igual a pureza o ingenuidad".
Seamos pues valientes e ingenuos y vayamos con la verdad, haciendo el bien a los demás.

Ciao.

1 comentario:

Anónimo dijo...

uy hay veces q la sinceridad da un poco de miedo.

aunq sí, yo prefiero q sean sincera conmigo, aunq lo q me digan no me guste