viernes, 31 de agosto de 2007
Estar vivos (Extraído del libro "Oro Puro")
La mejor noticia que podemos recibir cada mañana es la de que aún continuamos con vida; sin embargo, lo más probable es que esta mañana tú hayas abierto los ojos, te hayas levantado apresuradamente y, aunque suene ilógico, te hayas percatado de todo, menos de que aún estás vivo.
¿Cuál es la diferencia entre vivir insconciente de que se disfruta de estar vivo, y consciente de estar gozando del privilegio de estar vivo? La diferencia estriba, indicutiblemente, en que sin estar consciente de estar vivo, no se valora la vida; en cambio , estando consciente, se agradece, primero de nada, al Supremo la gracia de estar vivo, y se valoran, por lo tanto, cada uno de los instantes que uno permanece con vida.
Asegurar, de acuerdo con el adagio popular, que "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde", resulta demasiado fatalista: hay personas que en este mundo sí saben los que tienen -la vida-, y disfrutan de ella compartiéndola con las de los demás.
Se tú una de esas personas. No caigas en el error de no saber lo que tienes hasta que lo hayas perdido; resístete a formar parte de ese "nadie"que nunca supo que tenía vida, y por lo tanto, nunca supo valorarla.
Piensa cuál sería la reaccción de una persona que hubiera muerto y de repente, milagrosamente, se le otorga la vida de nuevo. Tú no tuviste que morir ayer para estar vivo hoy; sin embargo, ese regalo te fue otorgado nuevamente y no deja de ser el regalo más maravilloso que hay.
Ciao.
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