martes, 25 de septiembre de 2007

Quiero volver a confiar...


Fui criada en principios morales comunes. Cuando era niña, madres, padres, profesores, abuelos, tíos, vecinos eran autoridades dignas de respeto y consideración. Cuanto más próximos o más viejos más afecto había que darles. Inimaginable contestar maleducadamente a los más ancianos, ni a los maestros o a las autoridades... Confiábamos en los adultos porque todos eran padres, madres o familiares de todos los amigos de la pandilla, del barrio o de la ciudad... Teníamos miedo de la oscuridad, del castigo, de las películas de miedo... Hoy tengo una gran tristeza porque todo eso lo hemos perdido. Por el miedo en la mirada de los niños, jóvenes, viejos y adultos. Derechos humanos para los criminales, deberes ilimitados para las personas honestas. Pagar las deudas es de tontos...amnistía para los estafadores... No tomar ventaja es ser necio. 
¿Qué pasó con nosotros? Profesores amenazados en las aulas, comerciantes amenazados por traficantes y terroristas, rejas en nuestras ventanas y puertas blindadas. 
¿Qué valores son éstos? Coches que valen más que abrazos, hijos queriendo regalos por aprobar el curso. Móviles en las mochilas de los casi recién salidos del parvulario. 
¿Qué vas a pedir a cambio de un abrazo? Más vale parecer que ser... Más vale una pantalla gigante que una buena conversación... Más vale un Armani que un diploma o título... 
¿Qué ha pasado para que todo haya cambiado tanto desde entonces?
¡Quiero quitar las rejas de mi ventana para poder tocar las flores! ¡Quiero sentarme en el camino y tener las puertas abiertas en las cálidas noches de verano! ¡Quiero la honestidad como motivo de orgullo! ¡Quiero la rectitud de carácter, la mirada a los ojos y la cara limpia de maquillaje! ¡Quiero la esperanza, la alegría, la confianza y la fe...! ¡Quiero la vergüenza y la solidaridad...! ¡Quiero callarle la boca a quien habla mal de las personas...! 
Abajo el "TENER" y arriba el "SER". Y viva la vuelta de la verdadera vida, simple como la lluvia, limpia como el cielo de verano, suave como la brisa de la mañana. Y definitivamente simple como yo. Amo mi mundo sencillo y simple. Tener el amor, la caridad, la solidaridad como principio. Me indigna la falta de ética, de moral o de respeto... ¿Vamos a volver a ser personas? Construir un mundo mejor, más justo, donde las personas respeten a las personas... ¿Utopía? ¿No... Si...? ¡Quién sabe!... 
 Ciao.

1 comentario:

lojeda dijo...

Gracias WWG, siento no poder contestarte en inglés, pero es un idioma que no hablo.
Visitaré tu blog. Saludos.