Cuando en Jaén entra el mes de Octubre, la ciudad comienza a moverse de una forma más rápida, y nosotros sus habitantes, empezamos a sentir que la Feria de San Lucas, se nos está acercando ya.
Mañana, comienza la tan esperada feria. Me estoy refiriendo ahora a la de Jaén, como me podría referir a cualquier otra feria de cualquier parte de España o del mundo.
Estos días de fiesta, son importantes para cualquier ciudad, porque en ella hay un movimiento fuera de lo normal. Nos visitan infinidad de personas, que como nosotros, vienen a divertirse por una horas. La actividad económica de la ciudad se mueve deprisa y ¿quién de nosotros no está ya preparado para hacer unos gastillos extras, para darnos un paseo por el ferial o consumir en sus cientos de casetas o en las atracciones?
Pienso que todos, en mayor o menor medida, tenemos hecho el cuerpo para esa serie de gastos, y creo que, hasta son lógicos, si pretendemos disfrutar de nuestra semana de feria.
Pero lo que yo pretendo ahora, es darme un paseo virtual por la "otra feria", la que viven las personas que trabajan en ella y que al contrario de nosotros, no tienen la oportunidad de divertirse.
Mi "otra feria" son, todos esos niños y niñas cargados de flores, de tabaco, que nos imploran que les compremos algo. Son esos puestos llenos de gente menuda acurrucada en los brazos de su madre, que dormitan, esperando que alguien se acerque a comprar cualquier cosa, para ellos poder comer. Son todos esos padres y madres que montan y desmontan atracciones, casetas y puestos de chucherías, y van con sus caravanas de ciudad en ciudad, para poder ganarse el sustento que les dé de comer el resto del año. Son esos músicos callejeros, que por unas monedas en el sombrero, son capaces de deleitarnos con bonitas canciones. Son... seres humanos que malvivien ganándose la vida como pueden, para que nosotros podamos divertirnos.
Esta es hoy "mi otra feria", y creo que también debemos pararnos a reflexionar en ella. Hoy os invito a reflexionar a todos vosotros cómo la véis y la sentís.
Ciao
2 comentarios:
La otra cara de la moneda, ser el 'otro' por un tiempo, ponerse en la piel del extraño, del distinto, del lejano... A todo eso me invita tu 'post'. Eso es la solidaridad y no la limosna que tranquiliza conciencias.
Gracias por tan hermosa reflexión.
Hola Logeda:
De lo que menos nos solemos acordar, en esos momentos de ocio, es justamente de lo que nos recuerdas, pues estamos preocupados en que debemos disfrutar, y nunca de los que están ahí, "buscandose la vida" para su sustento.
Gracias Logeda.
Saludos cordiales.
En los Dos Corazones.
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