domingo, 14 de octubre de 2007

Luces y sombras


Nuestra vida, nuestros días están cargados de luces y sombras ¿verdad?
Días radiantes (aunque en la calle haga mal tiempo), en que nada se nos resiste, porque estamos llenos de energía, y somos capaces de "comernos el mundo".
Pero ¿cómo nos sentimos cuando esa euforia se va y esa luz se apaga?
Nos humdimos en un pozo y entramos en un túnel, dónde todo está oscuro y no vemos ni la más mínima luz para salir ¿no es cierto?
Si os dais cuenta, nuestro estado de ánimo se parece bastante a cualquier año de nuestra vida. ¿Que cómo? Veréis: a lo largo del año hay muchos días de sol. Pero hay otros que aparecen tristes y nublados, en que la lluvia y el mal tiempo nos quitan las ganas de hacer la mitad de las cosas que teníamos programadas.
Pues bien, si seguimos con esa comparación, habremos podido comprobar que hay muchos más días de sol, que lluviosos y nublados a lo largo del año.
En esos días en que la luz exterior está apagada, y el tedio nos invade, pensamos que pronto saldrá el sol, y nos empujará con su luminosidad a seguir con nuestras actividades programadas.
Pues eso tenemos que hacer cuando la sombra del desaliento nos invada. Pensar que todo es pasajero, y buscar esa pequeña luz que nos indique por dónde está la salida y el final de la oscuridad por la que estamos pasando.
No nos dejemos invadir nunca por el desaliento, pues esa es la única manera de salir de cualquier situación de tristeza y desesperanza.
Seamos confiados y sepamos con certeza que todo pasará, y así afrontaremos cada día con el equilibrio que se merece, sin importarnos si afuera hace sol o si está nublado.

Ciao.

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