"Me asombra la increible capacidad de los hombres para ser felices juntos. Para escucharse, para comprenderse, para amarse. La prensa , la televisión y la radio proporcionan a diario una dosis casi mortal de guerras, voilencia, homicidios, estupideces, espectáculos insensatos.
Nos ahogan. Las conferencias, los anuncios, las protestas, las manifestaciones..., no parecen hechos capazces de mejorar el mutuo entendimiento. A su modo, cada uno pretender ser un mantenedor de la paz, un profeta de un mundo mejor. Nadie, sin embargo, parece dispuesto a "perdonar", a hacer las paces. Nadie parece decidido a corregirse a sí mismo. Todo el mundo quiere comenzar por los demás. Todo el mundo quiere juzgar, acusar, encontrar responsables. Estamos en Babel. Estamos poseídos del espíritu de Babel, espíritu de confusión, de demolición, de turbación.
¿Porqué no probamos, aunque sólo sea una vez, a hacer en nosotros un poco de silencio para buscar el Espíritu de la luz, el Espíritu de Dios, el Espíritu del Amor? Si Él comienza a habitar y a trabajar en nuestro corazón, recogeremos también los frutos. Son frutos deliciosos. Se llaman: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, dulzura y sencillez."
PHIL BOSMANS
Bonita reflexión ¿verdad?
Ciao.
2 comentarios:
Si, bonita reflexión. ¿Y cómo se aplica esto a una ciudad con Madrid? ;)
Imagino que habrá una fórmula. Esta reflexión no se puede quedar tan sólo en palabras bonitas. Como dice el comentario, creo que hay que empezar por nosotros mismos, para poder comunicar y convencer al resto de las personas, de que no vamos por buen camino. Al final, seguro que tanto caos y tanto descontento nos pasará factura, seguro.
Besitos
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