Hoy os propongo que hagamos una prueba:
Cojamos un papel liso...
estrújemoslo...
y ahora, vamos a intentar dejarlo como estaba antes...
¿Veis como queda?
Por supuesto que no se puede dejar como estaba, porque por más que queramos dejarlo liso, el papel se quedará lleno de arrugas...
El corazón de las personas es como ese papel...
La impresión que se deja en ese corazón si le haces daño, será tan difícil de borrar como esas arugas del papel.
1 comentario:
Muy interesante. Tienes toda la razón del mundo y hay que conseguir no arrugar muchos papeles a nuestro alrededor. Me apunto la idea
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