domingo, 27 de enero de 2008

¿Qué le enseñarías a tus hijos para el nuevo milenio?


Hoy domingo 27 de Enero la Iglesia Católica celebra la Jornada de Infancia Misionera, y me ha parecido oportuno dedicarle hoy un recuerdo a nuestr@s niñ@s que van a ser el futuro del pais, dentro de muy poco tiempo.
Aquí os dejo una reflexión sobre lo que debemos enseñarles para que en el futuro sean unas personas de bien:

¿QUÉ LE ENSEÑARÍAMOS A NUESTRO HIJOS PARA EL NUEVO MILENIO?

Que aprendan que lo más valioso no es lo que tienen en sus vidas, sino a quién tienen en sus vidas.

Que aprendan que no es bueno compararse con los demás, porque siempre habrá álguien mejor o peor que ellos.

Que aprendan que no pueden hacer que álguien los ame, lo que pueden hacer es dejarse amar.

Que aprendan que deben controlar sus actitudes, o sus actitudes lo controlarán.

Que aprendan que hay gente que los quiere mucho, pero que simplemente no saben cómo demostrarlo.

Que aprendan que los grandes sueños no requieren grandes alas, sino de un buen tren de aterrizaje para lograrlos.

Que aprendan que no siempre es suficiente ser perdonado por los otros, algunas veces deben perdonarse mismos.

Que aprendan que la felicidad no es cuestión de suerte, sino producto de sus decisiones.

Que aprendan que dos personas pueden mirar la misma cosa, y ver algo totalmente diferente.

Que aprendan que, al retener a la fuerza a las personas que aman, les alejan más rápidamente de ellos y, al dejarlas ir, las tienen siempre a su lado.

Que aprendan que amar y querer no son sinónimos sino antónimos: el querer lo exige todo, el amar lo entrega todo.

Que aprendan que dura años construir la confianza y sólo segundos destruirla.

Ciao.


3 comentarios:

Cristian dijo...

Si, esas enseñanzas nos harán construir una sana infancia en los pequeños. Bendiciones.

alter-ego dijo...

Hola ,vengo del blog de exnume y he visto su link y aprovecho para saludarla,y tambien al Padre Cristian.

Antonio Correro dijo...

Llevo un blog de matrimonios cristianos y visito a diario el suyo. Me alegra que haya gente que profesa una fe en el Dios humanado y que lo hace llegar a otros. Gracias.