Reparemos el mal que hemos hecho esparciendo el bien en nuestro ambiente.
Demos al que le quitamos.
Complazcamos al que disgustamos.
Hablemos bien del que le levantamos calumnias.
Curemos al que hemos herido.
Salvemos al que destruimos.
Demos la vida al que matamos.
Sólo la reparación del mal puede salvarlo.
Sólo la subida puede equilibrar la bajada.
Sólo el amor puede anular el odio.
Sólo hacer el bien puede reparar el mal que hemos hecho.
Ascendamos a la cumbre permanentemente asumiendo nuestro comportamiento positivo.
Ciao.
3 comentarios:
Que bello es entregarse al projimo en vez de proclamar el odio hacia los demás. Me hicistes recordar la oración de San Francisco.
Nos estamos viendo. Dios te cuide.
Muchas veces hay que incomodar a las personas, y hasta se podrían disgustar con nosotros, pero es necesario hacer ver los problemas, es necesario, a tiempo, de buena forma y con amor; pero es necesario denunciar, porque la falta de denuncia nos hace inútiles para servir a nuestros hermanos.Saludos cordiales
Nuestro maestro Jesús nos dio la mejor clase de entrega por los demas. Hay que morir a nuestros intereses personales para que alcancemos la eterna felicidad en Cristo nuestro Señor. Solo el que da es rico de algo, de Dios.
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