domingo, 29 de junio de 2008

Nuestro mundo interior



Mundo interior y mundo exterior...


Todos los seres humanos nacemos libres para actuar, pensar y guiar nuestros destinos.

Nacemos con libertad para dirigir nuestros actos hacia el bien o el mal.

El mundo exterior, es aquel que nos proporciona relacionamos con las de­más personas y así poder tomar de ellas lo bueno o malo de su actuar, de sus sentimientos, de su vida en general.

Relacionamos el mundo exterior con el "TENER"; sí única y exclusivamente, con el tener, creemos que para estar en perfecta armonía con el mundo exterior debemos tener la casa más grande y elegante , tener el coche más caro y llamativo, poder viajar al lugar más exótico del planeta, comprar ropa de las marcas más reconocidas para estar a la moda de cara al mundo exterior, y por si fuera poco poner en riesgo la propia vida, sometiéndose a un sin nu­mero de operaciones estéticas de cualquier tipo, no siendo estas exclusivas de las mujeres ya que ahora los hombres también participan, y es entonces cuando yo me pregunto:

¿Es esto suficiente para que tu vida este en equilibrio y en armonía contigo mismo?
¿Realmente nos sentimos plen@s, basando toda nuestra vida en el tener?

¿Vale la pena estar compitiendo en forma agresiva por ganar dinero y más dinero en el mundo exterior?

¿Qué pasa entonces con nuestro mundo interior?Lo dejamos de lado porque este mundo interior, se basa simple y sencillamente en el SER.

Pregúntemonos si estamos en perfecta armonía con nuestro SER.
El mundo interior, es el que se nutre desde lo más profundo del ser, es des­cubrir la esencia que llevamos dentro.

Una vez que miremos nuestro interior descubrimos que dentro de nosotros que existen sentimientos positivos como la serenidad, la paz, el amor, la alegría, la bondad, la solidaridad, la fortaleza, etc. son fuertes cimientos que nos permiten ir construyendo la mejor y más digna casa dentro de nuestro interior, aunque en esta búsqueda también nos encontraremos con sentimientos negativos, como: la ira, la ansiedad, el odio, la impulsividad, el rencor, los cuales al ser de­tectados pueden ponerse a trabajar a nuestro propio servicio, aprenderemos a manejarlos y encauzarlos para nuestro beneficio una vez que los hayamos aceptado totalmente.

Las personas que no tienen contacto con su mundo interior, son personas impredecibles que nunca han tocado su esencia.

Los seres humanos, tenemos la fortuna de estar en ambos mundos y deci­dir en cual de los dos permanecer más tiempo, aunque lo ideal es estar en equilibrio conmigo, con mi mundo externo y con mi mundo interno; puesto que si solo estamos en el exterior, perdemos el sentido moral de la vida; y si solo permanecemos en el interior, no podremos poner al servicio de los demás nuestra esencia, ni hacer el bien en la vida.

Os invito a estar en equilibrio con los dos mundos, ver la diferencia que existe entre uno y otro para aportar lo necesario del mundo exterior al mundo interior y viceversa, de esta manera llegaremos a ser felices, madur@s, entregad@s plenamente al amor, a la vida, pero sobre todo lograremos trascender más allá de nuestro ser.


Ciao.

2 comentarios:

Anaroski dijo...

Bea la fea, llegó a conquistarnos por su interior y no por su físico, en la serie YO SOY BEA, que me tenía bastante enganchada, aunque pueda criticar sus toques gaymoniales de apoyo al colectivo. Lo importante es el equilibrio interior no cabe duda, ese es el que te da la paz, la armonía, el aceptarte tal y como eres, el quererte a ti y a los que te rodean. No vas a ser más querida por ser mas guapa, por tener una talla 38, ni mucho menos. Está bien cuidarse por salud, pero no obsesionarse con lo físico, así hay tanta gente enferma, pero enferma del alma, porque efectivamente, se dan cuenta que tras todo ese esfuerzo, siguen estando vacías, y para sentirse llenas plenamente, tan sólo hay un camino, seguir a Jesús, intentando todos los días ser un poco mejor.

lojeda dijo...

Es verdad Ana ¡Qué manía tenemos en mirar sólo lo externo!
Un abrazo