miércoles, 16 de julio de 2008

Calma mi paso, Señor


Calma mi paso, Señor...

Calma los latidos de mi corazón, calmando mi mente.
Disminuye mi ritmo apresurado con una visión de la eternidad del tiempo.
En medio de las confusiones del día a día, dame Tu paz.
Retira la tensión de mis músculos y nervios y relájalos con el susurro de Tus palabras.
Ayúdame a conocer el poder mágico y reparador del sueño.
Enséñame el arte de tomar pequeños descansos:
Reducir mi ritmo para contemplar una flor, charlar con un amigo, acariciar a un niño, leer un poema, oír música...
Calma mi paso, Señor, para que yo pueda notar en medio de los ruidos, las luchas, las alegrías, los cansancios o los desalientos de mi caminar diario, Tu presencia constante en mi corazón. Calma mi paso, Señor, para que yo pueda entonar un cántico de esperanza, sonreír a mi prójimo y hacer un silencio para escuchar Tu voz.
Calma mi paso Señor, y ayúdame a basar mi vida en los valores duraderos de la vida, para que yo pueda crecer y llegar muy lejos.
¡Gracias, Señor, por el día de hoy, por la familia que me diste, por mi trabajo y, sobre todo, por Tu presencia en mi vida.

Ciao.

No hay comentarios: