Un día, un hombre sabio y piadoso clamó al cielo por una respuesta. El hombre aquel encabezaba un grupo de misioneros que oraban por la paz del mundo, para lograr que las fronteras no existieran y que toda la gente viviera feliz.
La pregunta que hacían era:
- ¿Cuál es la clave, Señor, para que el mundo viva en armonía?
Entonces, los cielos se abrieron y después de un magnifico estruendo, la voz de Dios les dijo:
- COMODIDAD.
Todos los misioneros se veían entre si, sorprendidos y extrañados de escuchar tal término de la propia voz de Dios.
El hombre sabio y piadoso preguntó de nuevo:
-¿Comodidad Señor? ¿Qué quieres decir con eso?
Dios respondió:
-La clave para un mundo pleno es:
Como di, dad.
- Es decir, así como yo les di, dad vosotros a vuestro prójimo.
Como di, dad vosotros fe.
Como di, dad vosotros esperanza.
Como di, dad vosotros caridad.
Como di, sin limites, sin pensar en nada más que dar, dad vosotros al mundo... y el mundo, será un paraíso.
Sigamos la clave de COMO DI, DAD.
Ciao.
2 comentarios:
Bonito juego de palabras, eres una gran maestra.
Gracias por acordarte de mi.
Un gran besazo.
Ana.
Bonita palabra desde ese punto de vista.
Publicar un comentario