miércoles, 2 de julio de 2008

¿Existe el mal? (Una bella historia de Albert Einstein)



Ocurrió en Alemania al inicio del siglo xx.

Durante una conferencia con varios universitarios, un profesor de la Universidad de Berlín...
… propuso un desafío a sus alumnos con la siguiente pregunta:

- ¿Dios creó todo lo que existe?

Un alumno respondió, valientemente:

- Si, Él creó todo lo que existe…

- ¿Dios realmente creó todo lo que existe?

Preguntó nuevamente el maestro.

- Si señor, respondió el joven.

El profesor respondió:

- Si Dios creó todo lo que existe, ¡Entonces Dios hizo el mal, ya que el mal existe! Y si decimos que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo, porque El creó el mal.

El joven se calló frente a la respuesta del maestro, que feliz, se regocijaba de haber probado, una vez más, que la fe era un mito.

Otro estudiante levantó la mano y dijo:
- ¿Puedo hacerle una pregunta, profesor?

- Por supuesto, respondió el profesor.

El joven se puso en pie y preguntó:
- Profesor, ¿El frío existe?
- ¿Pero que pregunta es esa, exclamo el profesor ?… Claro que existe, ¿O es que acaso nunca sentiste frío?

El muchacho respondió:

- En realidad, señor, el frío no existe. Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en verdad es la ausencia de calor. Todo cuerpo u objeto es factible de estudio cuando posee o transmite energía; el calor es lo que hace que este cuerpo tenga o transmita energía.
El cero absoluto es la ausencia total de calor; todos los cuerpos quedan inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Nosotros creamos esa definición para describir de que manera nos sentimos cuando no tenemos calor.

- Y, ¿existe la oscuridad? Continuó el estudiante.

- Existe, -respondió el profesor-.

- Eso no es correcto, respondió el estudiante. La oscuridad tampoco existe. La oscuridad, en realidad, es la ausencia de luz. La luz la podemos estudiar, ¡La oscuridad, no!
A través del prisma de Nichols, se puede descomponer la luz blanca en sus varios colores, con sus diferentes longitudes de ondas. La oscuridad, no… ¿Cómo se puede saber qué tan oscuro está un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio. La oscuridad es una definición utilizada por el hombre para describir qué ocurre cuando hay ausencia de luz.

Finalmente, el joven preguntó nuevamente al profesor:
- Señor, ¿EL MAL EXISTE?
El profesor respondió:
- Como afirmé al inicio, vemos robos, crímenes, violencia en todo el mundo. Esas cosas son del mal.

El estudiante respondió:
- El mal no existe, Señor, o por lo menos no existe por sí mismo. El mal es simplemente la ausencia del bien… De conformidad con los anteriores casos, el mal es una definición que el hombre inventó para describir la ausencia de Dios. Dios no creó el mal… El mal es el resultado de la ausencia de Dios en el corazón de los seres humanos.
Es igual a lo que ocurre con el frío cuando no hay calor, o con la oscuridad cuando no hay luz.

El joven fue aplaudido por los demás alumnos y el maestro, moviendo la cabeza, permaneció en silencio…

El director de la Universidad, que se hallaba presente en la conferencia, se dirigió al joven estudiante y le preguntó:

- ¿Cuál es tu nombre?

- Me llamo, ALBERT EINSTEIN.

BONITA HISTORIA ¿NO?


Ciao.



10 comentarios:

Anaroski dijo...

Como diría Jesulín, en dos palabras:

IM-PRESIONANTE.

Bromas a parte, me ha encantado la historia, preciosa, preciosa, que poder de deducción, todo un genio nos salió ese estudiante.

Anónimo dijo...

Querida Lourdes:
Soy Anita, muchas gracias por tus palabras en el blog de mamá, te quiero decir que yo lo he hecho pero que mi madre me ha ayudado porque no se escribir muy bien con el teclado del ordenador, mi madre me lo ha escrito y yo se lo dictaba, como ahora.

Buenas noches y gracias.

lojeda dijo...

Anita, un beso grande.
Que te lo pases muy bien este verano.

Ludmila Hribar dijo...

Wow! que estudiante! Bonita historia Lourdes. Gracias.

AleMamá dijo...

Sí, basta con pensar. Saludos

CRIS dijo...

Preciosa historia...me ha impresionado...

Para que luego digan que fe y ciencia son incompatibles.

Como dice la parábola...es una maravilla saber administrar los "talentos" que Dios nos da...para mi está claro que no todo es inteligencia y razón.

Un saludo

Anaroski dijo...

Militos pretende clausurar su blog, por favor, no lo permitas tenemos que convencerla de que se esta equivocando.

Militos dijo...

Lojeda: maravillosa historia. Está claro que el científico de buena voluntad y que no es un soberbio descubre a Dios en la Ciencia y en todas partes.
Un abrazo

Aprendiz dijo...

Vaya, desde luego me ha gustado mucho la historia.
He visitado por primera vez tu blog y voy a darme una vueltecilla por el. un beso

lojeda dijo...

Gracias por tu visita, APRENDIZ, sé bien venido.
Un saludo