miércoles, 30 de julio de 2008

La fe, un gran regalo de Dios


Tener fe es ACEPTAR los designios de Dios aunque no los entendamos, aunque no nos gusten.

Tener fe es DAR cuando no tenemos, cuando nosotros mismos los necesitamos.

Tener fe es CREER cuando nos resulta más fácil recurrir a la duda.

Tener fe es GUIAR nuestra vida no con la vista, sino con el corazón.

Tener fe es LEVANTARSE cuando se ha caído. Los reveses y fracasos en cualquier área de la vida nos entristecen, pero es más triste quedarse lamentándose en el frío suelo de la autocompasión y atrapado por la frustración y la amargura.

Tener fe es ARRIESGAR todo a cambio de un sueño, de un amor, de un ideal.

Tener fe es MIRAR hacia adelante con positividad, no importa lo incierto parezca el futuro o lo doloroso que haya sido el pasado.

Tener fe es CONFIAR, pero confiar no sólo en las cosas, sino en lo que es más importante... en las personas.

Tener fe es BUSCAR lo imposible: sonreír cuando tus días se encuentran nublados y nuestros ojos se han secado de tanto llorar.

Tener fe es no dejar nunca de SONREIR, ni siquiera cuando estemos tristes, porque nunca sabremos cuándo nuestra sonrisa puede dar luz y esperanza a la vida de alguien que se encuentre en peor situación que nosotros.

Tener fe es CONDUCIRSE por los caminos de la vida de la forma en que un niño toma la mano de su padre.

Tener fe es DEJAR nuestros problemas en manos de DIOS arrojándonos a sus brazos antes que al abismo de la desesperación.

Tener fe es que DESCANSAR en Dios para que nos cargue, en vez de cargar nosotros nuestra propia colección de problemas.


QUE EN TU VIDA HAYA SUFICIENTE FE PARA AFRONTAR LAS SITUACIONES DIFÍCILES, JUNTO CON LA NECESARIA HUMILDAD PARA ACEPTAR LO QUE NO SE PUEDA CAMBIAR.


Ciao.

4 comentarios:

CRIS dijo...

Una vez me dijeron mis catequistas que sólo una cosa puede cambiar la voluntad de Dios..."La oración del hombre que sale desde lo profundo del corazón".

Ultimamente, Lourdes...no sé que rayos me pasa que no rezo ni la mitad de lo que me gustaría...

Leo tú post y pienso..."tengo algo de fe"...pero luego, miro a mi corazón y veo que realmente es como un grano de mostaza que está plantado en esta vida en espera de convertirse en un frondoso árbol.

A veces las cosas no cambian, porque uno no quiere.

lojeda dijo...

Cris, a mi me pasa lo mismo, y no creo que seamos las únicas. Andamos tan agitados de acá para allá, que no sabemos parar para lo esencial, que es dedicar un ratillo a Dios, para pedirle y darle gracias por todo lo que nos regala cada día, pero creo que como Él es bueno, no tendrá en cuenta nuestro despistes.
Yo por lo menos en eso confío.
Un besazo

Anaroski dijo...

Buenas noches Lourdes:

La Fé es como una hoguera, hay que mantener vivo su fuego, pero para hacer fuego hay primero que pedir que te enseñen como hacerlo, y después como mantenerlo.

JAVI DE JAEN dijo...

Creo que como en todo, también en la FE, tenemos nuestras luces y nuestras sombras, momentos de oscuros abismos y altas cimas, momentos de bajón espiritual y momentos sublimes.
La vida es así, también en la FE.
Un abrazo fuerte.