jueves, 2 de octubre de 2008

El cántico de María


Me alegro en mi Dios. Canto a Dios que me dio la vida, el que comenzó el universo y lo mantiene. Y danzo ante mi Señor con alegría, sin miedo ni vergüenza, porque es el único dueño de mi vida.

Me ha sacado del último rincón del mundo y colocado por encima de los prepotentes. Sin educación, sin nobleza, ni riqueza, sin la belleza que ostentan los grandes de la tierra, soy ahora el orgullo de los humildes. Me alegro en mi Dios.

Me alegro en mi Dios Yo soy una joven sencilla Mujer de un pequeño pueblo dispuesta a todo de palabra. Me pidió mi voluntad y mi futuro y se lo di, por amor, a ciegas. Ahora Él me recompensa.

Me alegro en mi Dios Sin necesidad de nadie ha transformado mi esterilidad en vida, en sabiduría mi experiencia. Ha hecho relucir en mí su humanidad que supera toda apariencia.

Me alegro en mi Dios Estaba sola en la soledad de mi pequeñez cuando me abandoné en su manos tiernas y me sació de su presencia cierta. Me levantó por encima de los engreídos, de los que piensan que son algo.

En mí decidió auxiliar al desvalido. En mí cumple sus promesas. Libera con justicia al oprimido y colma en comunión su libertad. Me alegro en mi Dios.

El regala todo a quien se deja regalar. Sintiendo tanta predilección y ternura que por mí ha tenido el Creador, he escuchado su susurro en la brisa. Me alegro en mi Dios.

Me alegro en mi Dios, y poseída por su Espíritu no me importa sufrir en el parto de su Reino de vida.


Ciao.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

HOLA.

Soy Miguel Ángel, el editor de ABBA. Sólo pasé a saludarte y a hacerte una invitación. Aunque me gustaría hacerlo más personalmente. Me puedes enviar un mail a teo.angelmigue@hotmail.com ??? Me dices que eres tú y ya platicamos más "personalmente".

De antemano, gracias por postearnos y espero, primero Dios, estés de maravilla.

Un abrazo en Cristo.
Miguel

www.abbaonline.es.tl

Militos dijo...

Bonito cántico. Y mira que podía haber presumido y enorgullecido y sólo fue la Esclava del Señor.
Un abrazo lojada

Anónimo dijo...

Que importante, que sencilla, es nuestra Madre la Virgen María. Su imagen da fuerza, serenidad y recogimiento.

Viva la Virgen María.