Basta encender la televisión a la hora de las noticias para que nuestra sala de estar, nuestros ojos y nuestra mente se llenen de imágenes de la violencia cotidiana que surca el mundo de uno a otro horizonte. Los medios de comunicación nos sirven diariamente un menú surtido de violencias y guerras de todo tipo y en todos lugares, y a pesar de eso, aún sabemos que se quedan cortos, que hay muchas guerras olvidadas de las que no se habla demasiado, o más bien ni se nombran.
Guerras mudas, violencias con silenciador que matan sin escandalizar, porque el ignorante no se asusta por cosas que no conoce, el no saber no nos puede hacer daño, al contrario, nos invita a dormir tranquilos, a disfrutar de lo que tenemos al alcance de la mano sin más escrúpulos de conciencia.
Sin embargo, desde la ignorancia, nosotros, que aparentemente estamos lejos de esa violencia, estamos sembrando la semilla que hace germinar las guerras.
En la comodidad de nuestras salas de estar, de nuestra vida ajetreada y tranquila a la vez, estamos poniendo, o dejándonos poner, semillas de violencia. Porque la violencia no surge espontáneamente, no nace por que sí. Necesita una tierra abonada y nosotros somos esa tierra.
Sobre nuestras actitudes injustas, insolidarias, egoístas, intolerantes, despreocupadas, nace esa semilla, ya tenemos experiencia de eso.
También en nuestra vida cotidiana hay guerras silenciosas, con armas que no derraman sangre pero que son ciertamente sanguinarias: nuestros prejuicios e intolerancias, nuestros deseos de prevalecer sobre los demás a toda costa, nuestra ambición y deseos de venganza, nuestra ceguera ante las necesidades de los demás, etc. Todo esto hace que nuestra vida sea a veces, una guerra no declarada, yo contra todos, el otro contra mí, siempre defendiéndome, siempre esperando la ocasión propicia para atacar y predominar sobre los demás. En definitiva, siempre en guardia.
Todos sedientos de una tregua, de un tiempo en que no necesite estar en guardia y pueda vivir tranquilo, en paz con todos, con calma. Pero incapaces de dar el primer paso, con miedo a ser cogido con las defensas bajas.
Un segundo paso en esto de la violencia cotidiana es, darnos cuenta como la sembramos en los niños. Como decía Serrat en su canción "les vamos transmitiendo nuestras frustraciones", nuestras amarguras y deseos no satisfechos, nuestras agresividades e intolerancias.
Y los medios de comunicación contribuyen con toda su fuerza a eso. Si ponemos la Televisión a la hora de más audiencia infantil, veremos que hasta los aparentemente inocentes "dibujos animados" giran en torno a la violencia más cruda, por no hablar de las series más vistas a esa misma hora.
Pero siempre resulta más cómodo sentar al niño frente al televisor y tenerlo hipnotizado una hora, que estar pendiente de él, de lo que ve y de lo que le gusta para poderlo ayudar a discernir lo que es más conveniente.
Bueno, mucho podríamos hablar sobre las guerras nuestras de cada día, guerras en la familia, de los miembros entre sí y de una familia contra otra, guerras entre vecinos, entre los que tienen y les sobra, entre los que no tienen y les falta, entre unos y otros, guerras no declaradas pero igualmente violentas, guerras sin sangre de las que no se habla porque es incómodo.
Sentimientos de venganza, que nos avergonzaría reconocer en público, pero que no por eso dejamos de alimentar, como si esa fuera la única justicia posible, la que me tomo por mi mano.
Debemos darnos cuenta de esto para parar el carro, para cortar tanta palabra mal dicha, tanta hipocresía enterrada. Sembrar justicia y solidaridad, entendimiento y escucha del otro para que nazca paz, y una paz duradera y auténtica que sustituya esta calma tensa en la que vivimos cada día.
Ciao.
6 comentarios:
Ciao Lourdes,
he leido despacito y hasta el final este maravilloso post y estoy aqui para decirte que estoy de acuerdo contigo desde el principio hasta el final.
Es verdad que en la tele pasan siempre mas mala noticias que las buenas, pero aun asì el mundo diventa cada dia mas egoista y nos acostumbramos a las violencias como se las noticias no nos tocan mas...
y por eso yo me siento triste.....
Es siempre un placer leerte, y cada vez imparo algo de ti :)
Un beso y feliz domingo de tu amiga romana
Pues tienes razón querida. Pero a veces cuesta escapar de lo que nos rodea :)
Yo vengativa no soy, pero tengo un "pronto" que asusta al más pintado, y luego pasa y no soy nada.
Pero bueno, aún soy joven je jee jeee , aprenderé con el tiempo.
Besos.
Buenas tardes Lourdes, estoy de acuerdo, este mundo esta cada vez, peor, cuando yo era joven, pues ya tengo 70 años, éramos, pienso yo más valientes, ante cualquier situación injusta, protestábamos, cualquier persona mayor que veía a un joven meterse con alguien le llamaba la atención, incluso en los trasportes nos decían si no cedíamos el asiento, a alguna persona mayor, que no teníamos educación, por aquel entonces a nadie vi, protestar. Hoy en día ya no se ve eso, existe miedo generalizado.
Lourdes como habrás visto en algunos de mis artículos, por oponerme a situaciones que no eran lógicas, me cerraron las puertas, en una palabra me negaron la medicina, han pasado tres años y sigo sin entenderlo, eso lo hizo una persona, pero porque las demás tuvieron miedo a que con ellos se hiciese lo mismo, como algunos me dijeron, y me siguen diciendo, que curioso y se consideran rehabilitados, y como veras en uno de mis artículos les doy las gracias, pues fueron los que forzaron a que por mi cuenta, me documentase para poder vivir como persona.
Y este el mundo que nos toca vivir, yo lo achaco, a las comodidades que tenemos, porque si antes era diferente, pienso que es por que pasábamos penurias teníamos muy pocas cosas que perder, y hoy nos aferramos a ellas como si nos las pudiésemos llevar. Que infelices somos, que poca comunicación tenemos, recuerdo que nos paramos hablar con cualquiera, yo lo sigo haciendo, me paro en el campo cuando voy con mi perro y saludo y me paro con cualquiera, y saco cualquier tema de conversación. Menos mal que tenemos la informática, a lo cual doy gracias y, estas nuevas técnicas aunque nos hallan llegado tarde a algunos, nos mantiene en contacto. Y tu sirves de intermediaria.
Gracias Lourdes
Hoy día del abrazo en familia,
recibe desde mi familia
para ti y toda tu familia
un abrazo de amor y paz.
¡Feliz día a mi familia bloggera!
Bendiciones infinitas.
El televisor es un peligro. O se utiliza o te utiliza.
Queridos amig@s, Fabi, Blumun, Ángel, Angélica, Eligelavida... ante todo gracias por vuestros comentarios.
Creo que todos estamos de acuerdo, en que no estamos contentos con el mundo que tenemos. Vivimos aparentemente mejor, pero esta comodidad nos hace desligarnos de los problemas de los demás.
Todos debemos implicarnos en denunciar lo que no nos gusta, y tratar de salir de nuestra burbuja, para que cada vez sean más, las voces que se alcen en favor de un mundo mejor.
Un abrazo grande a los cinco.
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