Querido hombre:
He escuchado tu grito de Adviento. Está delante de mí. Tu grito, golpea continuamente a mi puerta. Hoy quisiera hablar contigo para que repienses tu llamada. Hoy, te quiero decir: ¿Por qué “Dios” preguntas? ¿A qué “Dios” esperas? ¿Qué has salido a buscar y a ver en el desierto?
Escucha a tu Dios, hombre de Adviento:
“No llames a la puerta de un "dios" que no existe, de un "dios" que tu te imaginas... Si esperas... ábrete a la sorpresa del Dios que viene y no del "dios" que tu te haces... Tu, y todos los hombres, tenéis siempre la misma tentación: Hacer un "dios" a la imagen de vosotros mismos. Yo te digo hoy; yo Dios de vivos, soy un Dios más allá de tus invenciones.
Tu, y tantos otros, salís a ver dónde está Dios... Os decís: “aquí está” pero no lo veis, y os sentís desanimados porque Dios no está donde os dijeron...
Y Dios está vivo. Pero vosotros no tenéis mentalidad de Reino: No descubrís a Dios en lo sencillo. Os parece que lo sencillo es demasiado poco para que allí esté Dios. Sabedlo: Yo, el Señor Dios, estoy en lo sencillo y pequeño...
Hombre de hoy y de siempre: Deja espacio a tu Dios dentro de tu corazón. Sólo puedo nacer y crecer donde mi palabra es recibida y escuchada.
Qué tranquilo te quedas, haciendo “lo que hay que hacer” porque “haciendo las cosas de siempre”, evitas la novedad del Evangelio. Pero yo te digo que tu corazón queda cerrado, y tus ojos incapaces de ver el camino por donde yo llego. No te defiendas, como haces siempre. No te escondas bajo ritos vacíos. Sal a ver al Bautista en el Jordán. Allí vas a ver que los únicos no convertidos son siempre los que se saben justificar.
Hombre, si me esperas, deja de hacerme TU el camino, y emprende el camino que Yo te señalo por boca de los profetas.
Abre el corazón a mi Palabra.
Yo, tu Dios, hablé.
Ciao.
4 comentarios:
Gracias por este post querida amiga, en donde le decimos a Dios que venga a nosotros y que se cumpla su santa voluntad y no la nuestra.
Dios te cuide.
Velemos y preparemos su venida. Feliz Adviento. Saludos.
Luis y Arcendo, gracias por vuestra visita y Feliz Adviento también para los vosotros.
Es tiempo de espera gozosa. Como dice Arcendo, velemos y esperemos con alegría la llegada del Niño a nuestras casas y nuestro corazones.
Un abrazo para los dos.
El camino se ha allanado, vamos quitando todo aquello que es obstáculo para la venida de la paz y la estrella continúa guiándonos sobre el camino de la Paz... Dejemos que la ternura nos envuelva a fin de poder acoger a al Príncipe de la Paz. Quizá alguno de ustedes en algún momento hemos escuchado aquello del desarme por la Paz, no a las armas...¿Por qué no aplicarlo a nuestro corazón para que brote la ternura que nos permita tomar a Jesús en nuestros brazos y cantarle una canción de cuna. Entonces, ¿Podemos comenzar por afinar desde ya nuestro corazón y nuestra voz?
Luisa.
Lima/Peru
http://levantateysalacaminar.podomatic.com
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