
El Libro de Jonás es un libro en la Biblia en el Antiguo Testamento y el Tanaj de los judíos.
Como hemos escuchado en la primera lectura de hoy domingo (Jon,3,1-5.10), nos cuenta la llamada que hace Dios a Jonás, para que vaya a predicar a la ciudad corrupta de Nínive y los convenza para que se conviertan.Al principio, Jonás se negó, porque no tenía muchas esperanzas de conseguir lo que Dios le estaba encargando.
Como hemos escuchado en la lectura, al final Jonás fue a predicar en Nínive. La población recibió la palabra y ellos ayunaron y se arrepintieron.
Jonás quedó enojado al ver que Dios no castigó al pueblo después de su arrepentimiento y salió de la ciudad. Pero Dios al final lo alecciona.
Esta lectura me ha dado que pensar. He visto como se parece la historia de Nínive a nuestro mundo real y a nuestras circunstancias actuales.
Nínive, ciudad corrupta donde las hubiera, y sus habitantes, abandonados a los placeres, y a la buena vida, ingnorando los mandatos de Dios.
Nosotros, vivimos o al menos nos quieren hacer vivir una vida sin Dios, sin preceptos, sin Ley Divina, y nos invitan a obviarlo, y a no preocuparnos de su existencia.
Los Profetas, predicando y sin ser escuchados. Hoy se predica mucho, pero se hacen oídos sordos a lo que nos dicen y hablan de Dios.
Y en tercer lugar, la inmensa paciencia de Dios, y la confianza que tiene en que al final, su pueblo se convertirá y terminará por escucharle.
Nosotros somos los Jonás de nuestro tiempo. Desanimados y reacceos, pero con la voz de Dios que nos llama y nos invita constantemente, a predicar, a hablar de su bondad, de sus promesas y de su salvación.
Como esta historia, con final feliz, debemos confiar y aprender de ella, para que puesta la confianza en el poder de Dios, nosotros seamos los que claman y hablan de Él, para llevar su mandato y su Palabra a todo el mundo, sin pensar que no vamos a ser escuchados. Debemos ser, los profetas de nuestro tiempo, y desde el sitio que cada uno está, hablar con hechos y palabras, y dar a conocer a Dios y su existencia desde la propia experiencia y del resto, ya se encargará Dios.
Ciao.
1 comentario:
Esta lección que le dió Dios al profeta Jonás, nos sirve de reflexión para nosotros que a pesar de alejarnos de Él, está muy pendiente de nosotros, y que si decidimos volver a Él, nos abrirá su corazón compasivo y misericordioso.
Dios te cuide.
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