Comenzamos la Cuaresma

Hoy, Miércoles de Ceniza, comenzamos los católicos la Cuaresma. 

Hoy comenzamos el camino hacia la Semana Santa y posteriormente a la Pascua de Resurrección.

Cada año con el comienzo de este tiempo litúrgico, Dios nos da una nueva oportunidad, un nuevo voto de confianza, porque Él espera, que algún día nosotros cambiemos nuestra forma de ser y sintamos en nuestros corazones auténticas ganas de ser mejores.

Hoy cuando nos acerquemos a la Iglesia a tomar la ceniza, el sacerdote al imponérnosla nos dirá: "CONVIERTE Y CREE EN EL EVANGELIO". 

Con esta frase, nos quiere recordar, que el tiempo litúrgico que estamos hoy empezando, es tiempo de penitencia, de reflexión, de oración, de conversión y de sacrificio.

Con él nos preparamos para vivir con Jesús su Pasión, Muerte y Resurrección. Durante este tiempo se nos recomienda austeridad, recogimiento, ayuno y disciplina en nuestra vida.

Vivimos en un mundo de prisas, en que,  de la falta de tiempo, es de lo único de lo que nos quejamos. 

Pasamos todo el día , de un lado para otro, sin saber a dónde acudir, sin centrarnos ni sacar tiempo para lo esencial: La oración y el encuentro verdadero con Dios, para pedir su ayuda.

Pues bien, cuando nos dicen que nos convirtamos, no nos están diciendo que creamos en Dios, sino que paremos un momento a pensar, si la vida que llevamos hasta ahora, es la ideal para un seguidor de Cristo verdadero, y si desde nuestra comodidad somos capaces de cambiar  y con ese cambio, estamos dispuestos a llevar una vida de austeridad, de renuncia y de recogimiento.

Aún nos queda tiempo para enderezar nuestro camino. Tenemos cuarenta días para ir perfeccionando nuestra vida.

Cumplir el Evangelio es el mejor modo de empezar con nuestra auténtica conversión.

Hoy más que nunca debemos pedir a Dios, esa conversión tan necesitada para todos nosotros, para que Él nos ayude a vivir este tiempo cuaresmal con verdadera conversión.

Cada domingo de los cinco que nos quedan vivir en este tiempo cuaresmal, nos iremos acercando un poco más a ese Calvario, que acabó con la vida de un Hombre que murió por nuestros pecados y por nuestra salvación.

Y es por eso, que si queremos unirnos a Jesús y acompañarlo en su dolor, es un buen momento para empezar a pensar con sinceridad y arrepentimiento, que es lo que tenemos que ir apartando de nuestra vida, para que nuestras faltas, no sean un motivo más del dolor de Cristo.

Amigos, comencemos la Cuaresma con un corazón sincero, para caminar con Jesús hacia la gloria que le traerá a Él y todos nosotros,  la Pascua de su Resurrección. 

Ese día,  naceremos también a la luz, si atrás hemos dejado todo lo viejo que ennegrece nuestra alma, y así podremos transmitir el mensaje de Cristo resucitado.

Aqui os dejo un vídeo precioso que nos explica de una manera sencilla lo que debe ser la Cuaresma para nosotros. Espero que os guste.

Ciao.