lunes, 23 de febrero de 2009
¿Qué vale la vida de una persona?
Hoy mi pregunta es sencilla: ¿Qué vale la vida de una persona?
Hago esta reflexión, porque hoy me planteo muchas incógnitas. He perdido a dos queridos amigos en cinco días, Lucas y José Miguel y como os imaginaréis mi corazón está triste.
Eran dos grandes personas, buenas, cariñosas, vitales, y con una alegría tremenda.
Dos personas jóvenes todavía, con sus familias y sus proyectos de vida, que estoy segura, que aún les quedaban muchas cosas por hacer y muchos proyectos inacabados.
Dos personas, en que la muerte les ha visitado y se han ido, tranquilos, pero imagino que con la impotencia de no haber sobrevivido a la enfermedad. Como cualquiera de nosotros el día que por desgracias nos toque.
Viniendo ayer del tanatorio de Granada y después de ver a la familia y de acompañarla en su dolor, me preguntaba la pregunta que me hacía al principio del post:
¿Qué vale la vida de la persona? ¿Porqué andamos la vida luchando contra viento y marea, por ser, por aparentar, por tener, enemistados con unos y otros, si en unos segundos se acaba todo? ¿No sería mejor que pasemos por este mundo más relajados, más conformes, más tranquilos, y sin tanta lucha interior? ¿Porqué esta angustia generalizada que nos invade, si nosotros no tenemos la llave de las soluciones la mayoría de las veces?
Esta vida se nos va en un suspiro, y esto nos debe hacer recapacitar, si nos merece la pena vivir como vivimos, cuando lo que deberíamos hacer es, estar reconciliados con el mundo, por si nos llega la hora, podernos ir en paz.
Hoy mi optimismo se ha convertido en reflexión triste, pero diculpadme por hoy, porque en mi cabeza, solo me vienen la imagen de estos dos seres queridos, y veo lo injusta que a veces la vida con las personas.
La vida sigue, y tenemos que seguir con el curso que nos marque nuestro destino. No podemos quedarnos paralizados con la pena, pero hoy sólo quiero que penséis, y si es posible me contestéis, a esta pregunta que os lanzo:
¿Merece la pena, seguir agobiado por todo o por nada, si no sabemos si lo que nos agobia, se llegará a realizar?
Esto nos debe enseñar que nuestra vida depende de Dios y solo Él sabe cual es nuestro destino.
Tratemos de disfrutarla y vivamos en paz con Dios, con el mundo y con nosotros mismos.
Ciao.
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6 comentarios:
Es verdad que cuando nos paramos a pensar las cosas y a ver si merece la pena tantos disgustos que nos llevamos, nos damos cuenta de que seríamos mas felices si viviéramos mas tranquilos, con mas paciencia y sabiendo aprovechar cada momento y cada experiencia.
Pero lo cierto es que pasan tantas cosas al cabo del día que dejamos pasar muchas cosas a las que les prestaríamos mas atención si nos dijeran que ese iba a ser el último día.
Creo que deberíamos aprender a disfrutar mas de las pequeñas alegrías que nos da la vida y quitarle importancia a los problemas, así aunque los demás no vean que somos los mas felices del mundo, nos sentiremos asi por dentro.
Lo siento por tus amigos.
Besos
Casi siempre somos nosotros los que tratamos de inventar un mundo donde las dificultades, las razas, las clases sociales, la politica...sean las armas reinantes y capaces de cortarnos las alas. Tratemos de vivir en fraternidad, mas allá de lo que creamos y seamos cada uno, con el único fin de conocernos como hermanos. Por lo menos, seamos felices en esta etapa mas o menos larga llamada "vida".
Un abrazo y siento lo de tus amigos.
Javi
Gracias amigos, por vuestra unión, y los dos tenéis razón.
Pasamos de largo los buenos momentos, y nos obsesionamos en los problemas, sin que algunas veces lleguen a serlo en serio.
Un abrazo fuerte a los dos
Soy de la opinión que la vida de cada uno vale, lo que cada uno de nosotros quiera. La mía hubo un momento que no valía nada.
Contestando a tu pregunta, no merece la pena vivirla agobiado, necesito muy poco para vivir, a pesar de cómo esta la vida, luego disfruto con la vida que llevo. Y estoy contento con migo.
Te acompaño en tu dolor y recibe mi abrazo
También en relación a tu pregunta, creo que no merece la pena agobiarse tanto, muchas veces lo pasamos peor imaginando como solucionaremos los problemas o como afrontaremos determinadas situaciones, que cuando llegan te das cuenta que no merecian tantos malos ratos porque no ha sido tan malo o tan dificil a como nos lo imáginabamos.
Besos
Lourdes, comparto contigo el 50% del dolor que tu sientes estos días, al otro lo conocí superficialmente y hace bastante tiempo por lo que mi dolor por él no puede ser como el que sentimos por la perdida de Lucas, gran persona y buen común amigo. Que Dios lo tenga con Él.
Casualmente he estado en un retiro cuaresmal el pasado día 21 con Estrada, jesuita de Granada, y tenía cierto paralelismo con tu pregunta. Lo enfocaba con preguntas parecidas.
¿Qué sentido tiene la vida? ¿Qué hace que la vida merezca la pena?... Etc. con preguntas como estas nos hacia recapacitar hacía lo importante de la vida y lo accesorio. Lo que pasa es que muchas veces no sabemos distinguir entre una cosa y la otra. Siento no ser él, y no decirlo tan bien como él lo dicho, pero va por ahí el tema: descubrir precisamente lo importante para nuestras vidas.
Un beso, en el dolor que compartimos, de tu cuñado
Antonio
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