martes, 14 de abril de 2009

RIP Por el Sentido Común


Hoy lloramos la muerte de un querido amigo, el Sentido Común, que ha estado entre nosotros durante muchos años.
Nadie sabe a ciencia cierta cuántos años tenía, puesto que los datos sobre su nacimiento hace mucho que se han perdido en los vericuetos de la burocracia.

Será recordado por haber sabido cultivar lecciones tan valiosas como que hay que trabajar para poder tener un techo propio sobre la cabeza; que se necesita leer todos los días un poco; saber por qué los pájaros que madrugan consiguen lombrices, y también por reconocer la validez de frases tales como "la vida no siempre es justa" o "tal vez haya sido yo el culpable".

El Sentido Común vivió bajo simples y eficaces consejos, (no gastes más de lo que ganas), y estrategias parentales confiables (los adultos están a cargo, no los niños).

Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente cuando se aplicaron reglas bien intencionadas pero ineficaces:
Valgan estos ejemplos, para ver como lo hemos perdido.

Informes respecto a un niño de seis años acusado de abuso sexual por haber dado un beso a una compañera de clase; adolescentes que debieron irse a otro colegio por haber denunciado a un compañero distribuidor de droga, y una maestra despedida por reprender a un alumno indisciplinado, sólo hicieron que empeorara su condición.


El Sentido Común perdió su terreno cuando los padres atacaron a los maestros, sólo por hacer el trabajo en el que ellos fracasaron: disciplinar a sus ingobernables hijos.

Enfermó aún más cuando las escuelas debieron requerir un permiso de los padres para administrar una aspirina, poner protector solar, o colocar una tirita a un alumno. Aunque eso sí, no podían informar a los padres si una alumna estaba embarazada y quería abortar.

El Sentido Común perdió el deseo de vivir cuando los Diez Mandamientos se convirtieron en material risible, algunas Iglesias en negocios, y los criminales empezaron a recibir mejor trato que sus víctimas.

Para el Sentido Común fue un duro golpe que uno ya no pueda defenderse de un ladrón en su propia casa, pero que el ladrón pueda demandarnos por agresión; y que si un policía mata a un ladrón, incluso si éste estaba armado, sea inmediatamente investigado por exceso de defensa, cuando no acusado de gatillo fácil.

Y así, muchísimos casos más de nuestra vida diaria.
La muerte del Sentido Común fue precedida por la de sus padres, Verdad y Confianza; la de su esposa, Discreción; la de su hija, Responsabilidad, y la de su hijo, Raciocinio.

Le sobreviven sus tres hermanastros: "Conozco Mis Derechos", "Otro Tiene la Culpa", y "Soy Una Víctima de la Sociedad".

No hubo mucha gente en su funeral porque muy pocos se enteraron de que se había ido.

Si aún lo recordamos, honremósle y hablemos de él, a toda la buena gente que lo conoció y valoró.
En caso contrario, únete a la mayoría y no hagas nada...

Ciao.

3 comentarios:

maria jesus dijo...

Pero tiene que resucitar. El pendulo tiene que ponerse equidistante. Hay que ser optimista aunque cueste trabajo. Un abrazo

Ángel dijo...

Amiga Lourdes, me parece excelente tu articulo El Sentido Común, tengo 70 años y mi opinión es que se perdió, cuando los diferentes gobiernos empezaron a querer cambiar los programas de estudios, a mí me fue bien con el que tuve, donde tenia que aprobar todas las asignaturas para pasar de curso y si no repetirlo, tan solamente teníamos una oportunidad, lo que nos quedaba en junio, teníamos que aprobarlo en septiembre y no existían psicólogos en ningún centro, ni estrés ni de presiones, y los maestros eran respetados, teníamos que hacer deberes en casa, han cambiado demasiado las cosas. Y no hay nadie con sentido común, para hacer que las cosas vuelvan a su cauce, ni los propios padres.
Un abrazo

lojeda dijo...

Amigas: confío en que resucite pronto, aunque con este desgobierno pienso que tardará un poco.
Angel, nuestros tiempos eran de verdadero sentido común, no este desbarajuste que tenemos ahora, en que todo vale y para más inri, nadie sabe lo que tiene que hacer.
Un abrazo a los tres.