
La emoción positiva significa que nosotros estamos en el camino hacia lo que queremos o deseamos.
La emoción negativa nos indica que estamos fuera del camino, que estamos mal encaminados.
La manera en que nosotros nos sentimos es un imán hacia el cual somos atraídos.
Si nos sentimos pobres, atraeremos mas pobreza.
Si no estamos contentos con nuestro aspecto y llegamos a no gustarnos, cada vez que nos miremos al espejo, no veremos peor.
Si nos sentimos enfermos, atraeremos mas achaques y no podemos atraer salud.
Por tanto, utiliza este sistema de alarma natural:
Cuando sientas una emoción negativa, detente, párate, deja de hacer cosas, deja de pensar.
Toda acción en ese instante solamente atraerá resultados indeseados y negativos.
Párate, detente, y pregunta, ¿De dónde y porqué me esta viniendo todo ésto?
Identifica la causa, piensa profundamente, analízate y no te dejes llevar por el pánico.
Después y cuando te hayas tranquilizado, comienza a darle vueltas a la causa con el propósito de eliminarla o al menos suavizarla, hasta lograr tener pensamientos que hagan sentirte bien, o al menos te hagan ver con claridad cual es la raíz del problema. Esta es la única manera de poder atajarlo desde el fondo.
Una vez que nos hayamos serenado, veremos las cosas de manera diferente. La serenidad y el positivismo en estos casos, son imprescindibles para afrontar las situaciones para solucionarlas y no para enturbiarlas más.
Ciao.
1 comentario:
Que buen articulo Lourdes, cuando vivimos serenos vemos las cosas siempre diferentes, a cuando estamos alterados, que cierto es que cuando estamos en plan positivo afrontamos los problemas, de forma positiva tengan o tengan solución.
Muchas gracias y un abrazo.
Publicar un comentario