jueves, 24 de septiembre de 2009

No hacen falta los ojos


Aprendamos a reconocer nuestra fuerza interior. Es la respuesta y solución a tantos tropiezos como tenemos.

No hacen falta los ojos para ver más allá.
Basta que cierres tus párpados para que aparezcan tus ilusiones, tus esperanzas, tus motivos para luchar.
Lo importante está en ti. Adentro.
Esperando que te animes a mostrarlo.
No te fijes en los demás.
Haz lo que a ti te parece y tu conciencia te permita y dicte.
Sin bajar la vista ante nadie.
Tu voluntad puede transformar tus lágrimas en sonrisas, tu desgana en sacrificio, tu esfuerzo en logro, tu duda en convicción.
Te permite pararte después de cada tropiezo y hacer que tus problemas dejen de serlo.
Si no ves la fuerza que hay dentro de ti... Pide a Dios que te la muestre...
Porque si no...

EL QUE ESTÁ CIEGO ERES TÚ

Ciao.

1 comentario:

Angelo dijo...

Justo es la que suelo pedir a diario, fuerza para seguir, voluntad para no abandonar. Este camino hay que hacerlo con la cruz a cuestas y a veces las caidas nos dejan sin ánimos de seguir. Una vez más gracias por tu gran reflexión Un saludo