sábado, 10 de octubre de 2009

No hay dificultad...


No hay dificultad que no pueda ser conquistada con suficiente amor...
No hay mal que no pueda ser curado con suficiente amor...
Ninguna puerta que no se pueda abrir con suficiente amor...
No hay golfo o mar que no pueda ser atravesado con suficiente amor...
No hay muro que pueda ser derribado con suficiente amor...
Ni hay pecado que pueda ser redimido con suficiente amor...
No hay diferencia que no se pueda solucionar con amor...
Ni tampoco importa lo grande sea el error...
Una gran dosis de amor en cada momento lo disolverá todo.

Si pudiéramos amar lo suficiente, con la generosidad y la sinceridad que Él nos pide, seríamos las personas más felices y poderosas del mundo.

Ciao.

1 comentario:

Angelo dijo...

Acabas de describir a Nuestro Señor. Que preciosidad. A seguir luchando para imitarle. Un abrazo