viernes, 15 de enero de 2010

Si Judas lo hubiera entendido...


Judas Iscariote, es el Apóstol odiado por muchos. Aquel a quien muchas veces señalamos
por andar junto a Cristo sin conocerle. Por buscar la riqueza a costa de Él.
A ese Judas a quien llamamos infame, por entregar a Cristo por 30 monedas, precio que se pagaba por un esclavo cualquiera.
Es fácil hablar de él y señalarlo como el más malo.
¿Pero por qué no decimos eso de Pedro, quien lo negó delante de todos, y blasfemó jurando que no le conocí­a frente al mismo Jesús? ¿Por qué Pedro es la piedra donde Cristo edifica su iglesia y no el cobarde que le negó?

La respuesta es una:

“Arrepentimiento". Pedro llora amargamente su falta, cuando escuchó al gallo cantar; Judas en cambio, creyendo que no tenía perdón se ahorca.
¿A quién nos parecemos?
¿A Judas, quien dice "no merezco perdón" y sintiendo lástima de sí mismo se deja morir?
O ¿A Pedro, quien notoriamente conocía realmente a Jesús, y al ver su gran falta, pidió perdón y se arrepintió con todas sus fuerzas sabiendo que tení­a un Dios que estaba muriendo en un madero, para que él pudiera vivir, y ser perdonado?

Sin importar lo que hayamos hecho, nosotros valemos cada gota de la sangre derramada en un madero astillado, y somos digno de perdón.
No creamos que nuestra falta es demasiado grave, y no pensemos que no tenemos perdón.

Nosotros valemos mucho para Dios. Nosotros valemos el más grande de los sacrificios de la historia, construido y padecido por amor puro hacia nosotros.
Tomemos hoy nuestro valor, y si hemos estado lejos, regresemos a sus brazos, pues Él tiene para nosotros los regalos que todos los hijos de un Rey merecen.
Dios advierte las cosas antes que sucedan, y lo hace para que estemos atentos y prevenidos para cuando llegue el momento, sigamos su consejo.
Dios ya sabe qué actitud tomaremos ante determinada circunstancia.
Él nos conoce muy bien, mucho mejor de lo que nosotros nos conocemos.
Dios sabe que enfrentaremos situaciones que nos tentarán a volver hacia principio.
Pero Él hoy nos dice:

NO VUELVAS HACIA ATRÁS,
no permitas que haya estancamiento en tu vida, aunque no veas ninguna posibilidad.

Dios sabe que habrá momentos en nuestra vida que todo lo veremos oscuro, que no veremos perspectivas, ni posibilidad alguna, y que llegaremos a dudar de su acción para nosotros.
Dios sabe que habrá momentos en nuestra vida que todo se nos volverá cuesta arriba. Aparentemente las cosas no nos saldrán como esperábamos.
Sabe que tendremos dificultades con personas muy cercanas a nosotros, sabe que enfrentaremos una serie de sin sentidos, y sabe que ante estas situaciones, tendremos la tentación de renegar, de quejarnos y de cuestionarle.
Pero este es el momento para que aprendamos a darle gracias por todo.

Hoy Dios nos dice:

QUIERO QUE APRENDAS A DARME LAS GRACIAS, NO SOLAMENTE EN LOS BUENOS MOMENTOS, SINO TAMBIÉN EN LOS MOMENTOS DE DIFICULTAD
, porque así es como tu carácter será forjado y aprenderás a crecer en la fe.

Ciao.

2 comentarios:

Angelo dijo...

Si no aprendemos a dar gracias a Dios es que no hemos sabido darnos cuenta de que todo viene de El.

Anónimo dijo...

Dios existe?
Un saludo.