sábado, 27 de febrero de 2010
Un nuevo Beato, una gran alegría para la Iglesia de Jaén
La Beatificación de un seglar, con el riquísimo perfil espiritual que tiene la vida de Manuel Lozano Garrido, es una ocasión providencial y maravillosa para preparar ese acontecimiento, procurando enriquecer la vida de los cristianos con estos ejemplos de santidad.
Esta es la buena noticia que tengo que daros hoy.
El próximo 12 de Junio en la ciudad de Linares (Jaén), ciudad donde nació nuestro querido Lolo, será la beatificación de esta persona venerable.
La vida de Lolo es un ejemplo a seguir por todos nosotros.
Aquí os dejo una pequeña semblanza de su vida, para que todos lo conozcáis mejor:
Manuel Lozano Garrido «Lolo», nació en Linares (Jaén) el 9 de agosto de 1920 y murió en la misma ciudad el 3 de noviembre de 1971.
Ingresó en el aspirantado de Acción Católica a los once años, adquiriendo en su seno una profunda formación espiritual que le hizo vivir con alegría su enfermedad.
Durante los largos años de enfermedad, recibía a diario la Eucaristía, a la que tenía una gran devoción.
Su enfermedad se inició en 1942 y sólo un año después tenía ya una invalidez absoluta. En 1962 perdió la vista. Estuvo inválido durante 28 años y ciego los últimos 8.
Fue un gran amante de la Eucaristía y de la Virgen que eran su devoción y su fuerza. A los 16 años, durante la guerra civil española, es designado como “tarsicio” para llevar clandestinamente la comunión. Por ello fue encarcelado y pasó la noche del Jueves Santo en prisión. Esa noche estuvo, horas y horas –junto con otros presos- adorando al Santísimo Sacramento, porque su hermana pequeña, Lucy, se lo pudo pasar escondido en un ramo de flores.
Adoración y contemplación de Jesús Sacramentado, era su única pasión.
Escribía Lolo al ponderar la cercanía de su casa a la Parroquia:
- "Con todo hay algo mejor aún: El propio Sagrario, situado enfrente. Mientras trabajo, como o duermo, Cristo permanece de cara a mí, apenas a unos veinte metros de distancia. Frente por frente, los dos estamos en postura de diálogo. Cuando sufro, cuando lucho, cuando me afano por ser mejor, me basta apenas mirar de reojo para notarle como si me estuviera asentando. Si me abato, si me dobla la cabeza alguna infidelidad, cierro aprisa los ojos porque, si los abriera, habría de notar unas pupilas que me acusan".
Fueron reconocidas su vida y virtudes heroicas en diciembre de 2007 por lo que es venerable. El 29 de septiembre de 2009, la curación de un niño de 2 años por la intercesión de Manuel Lozano, ha sido aprobada como milagrosa por la Comisión de Cardenales de la Congregación de las Causas de los Santos, antes lo había sido por los médicos y por los teólogos.
Ahora sólo queda que llegue el 12 de Junio y sea beatificado.
En cuanto a su vida laboral, comenzó a desarrollar su trabajo profesional como periodista en medios de comunicación como el diario «Ya», «Telva», «Vida Nueva», la agencia «Prensa Asociada», «Signo»...
A pesar de su enfermedad recibió importantes reconocimientos profesionales, como el «Premio Bravo».
En 1956, fundó la Revista «Sinaí» para enfermos.
Algunas de sus obras, como «El sillón de ruedas» (primer libro escrito en 1961); «Las estrellas se ven de noche» (obra póstuma); o «Cuentos en "La" sostenido», han sido
publicados por Edibesa.
ORACIÓN: (Para la devoción privada)
Oh Dios, que abriste el tesoro inmenso de tu Amor a tu siervo Manuel para que él, sumergido en el dolor desde su sillón de ruedas, lo proyectase a los hermanos con su testimonio y escritos, concédenos que le sepamos imitar en su aceptación dócil y esperanza ilusionada, cuando el sufrimiento llame a la puerta de nuestra vida, y en su generosidad plena y ardor apostólico, cuando tratemos de darnos a los demás; dígnate glorificar a tu siervo Manuel y concédeme por su intercesión el favor que te pido (Hacer petición). Amén.
Si queréis conocer algunos detalles concretos de su vida, podéis visitar la página de la Asociación Amigos de Lolo en esta dirección:
www.amigosdelolo.com/
Ciao.
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1 comentario:
Vaya yo no había oído de él nunca. Qué alegría me da.
Besos
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