Empatía: El movimiento ciudadano en Internet

En esta gran plaza de pueblo que es Internet, a menudo ocurren grandes milagros. Está demostrado que este gran invento, mueve masas y generalmente para cosas buenas, aunque de vez en cuando haya desaprensivos que lo utilicen para hacer el mal, pienso que dándole el buen uso para que fue inventado (imagino), todos nos beneficiamos de él.
Hablo de ésto, porque he podido apreciar un gran milagro en estas dos últimas semanas. Un amigo virtual muy querido por mí, ha sufrido un gran contratiempo. Una operación quirúrgica (de la que ya informé en su tiempo) y que gracias a Dios, todo salió estupendamente, y que sigue su mejoría lenta, pero con gran satisfacción.
Cuando nuestro amigo Angelo anunció su operación, todos nos volcamos en su blog con nuestras despedidas, recomendaciones, buenos deseos, etc.
Dejó a su hija Elena encargada de informarnos cada día de cómo iba la enfermedad de su padre, y la felicito desde aquí, aunque ya lo he hecho en el blog de su padre, por la gran corresponsal que ha sido.
Cada día con puntualidad meridiana, Elena entraba al blog de su padre, y nos iba contando los avances que iba haciendo nuestro querido "enfermito", y todos sus amigos íbamos dejando nuestros comentarios de aliento a la familia, de alegría por las noticias, de nuestra unión rezando por él, etc. Cada día los comentarios llenaban su blog, siendo todos uno con esa familia conocida y desconocida a la vez. Eso demuestra la certeza de lo que estoy hablando. No solo esta vez he podido comprobar esta empatía, sino en otras muchas ocasiones en el tiempo que llevo de bloguera.
La mejoría sigue su curso y nuestro querido amigo, se recupera cada día favorablemente, aunque con la lentitud que una operación de ese calibre requiere. Todo es ya cuestión de paciencia.
Toda esta perorata viene a cuento para explicaros sobre la reflexión que ha rondado mi cabeza durante todo el día: Internet mueve las conciencias, y la empatía es el gran milagro de este gran invento. Estoy convencida.
En este mundo en que se habla de incomunicación, de aislamiento, de egoísmo, de prisa, todos sacamos unos minutos para pasear por el ciberespacio, y al igual que en las antiguas plazas de los pueblos, enterarnos de lo que les pasa a nuestros amigos, para dejarles nuestros mesajes, para compartir con ellos, penas y alegrías, y para unirnos a su dolor y su gozo.
Poco a poco vamos conociéndonos, y aunque nunca nos hemos visto físicamente, formamos esa gran familia universal, que comparte y sufre y reza unidos.
Hasta aquí mi reflexión de hoy, ¿Estáis de acuerdo conmigo?

Ciao.