El ser humano nace libre. Y lo mismo ocurre con la mente humana que también es potencialmente libre, pero mucha gente se deja convencer de que está atada por sus problemas mentales y las aparentemente opresivas responsabilidades.
Todos somos realmente libres para pensar, hablar o actuar.
Os voy a contar un cuento. Mirad lo que dice:
"Una larga caravana de camellos avanzaba por el desierto hasta que llegó a un oasis y los hombres decidieron pasar allí la noche.
Conductores y camellos estaban cansados y con ganas de dormir, pero cuando llegó el momento de atar a los animales, se dieron cuenta de que faltaba un poste. Todos los camellos estaban debidamente estacados excepto uno. Nadie quería pasar la noche en vela vigilando al animal pero, a la vez, tampoco querían perder el camello.
Después de mucho pensar, uno de los hombres tuvo una buena idea. Fue hasta el camello, cogió las riendas y realizó todos los movimientos como si atara el animal a un poste imaginario. Después, el camello se sentó, convencido de que estaba fuertemente sujeto y todos se fueron a descansar.
A la mañana siguiente, desataron a los camellos y los prepararon para continuar el viaje. Había uno, sin embargo, que no quería ponerse en pie. Los conductores tiraron de el, pero el animal no quería moverse. Finalmente, uno de los hombres entendió el porqué de la obstinación del camello. Se puso de pie delante del poste de amarre imaginario y realizó todos los movimientos con que normalmente desataba la cuerda para soltar al animal. Inmediatamente después, el camello se puso en pie sin la menor vacilación, creyendo que estaba libre.
Aunque el camello había estado libre todo el tiempo, se dejó convencer de que estaba atado".
Igual que el camello sin atar, y a pesar de que los condicionamientos y los prejuicios nos hacen creer que estamos firmemente sujetos, nosotros debemos saber que somos criaturas libres.
Nos comparamos con los demás y lo mismo que lo hacía el camello, automáticamente creemos que estamos limitados.
Debemos entender que somos realmente libres y que nada ni nadie nos va a quitar nuestra libertad por mucho que lo pretendan.
Todo lo que tenemos que hacer es, desatarnos y dejar marchar los problemas y los miedos, y soltarlos del poste imaginario de nuestro cautiverio. Todo lo que debemos hacer es cambiar de actitud con valentía.
Ciao.
2 comentarios:
Buenos días Lourdes, que bonito cuento y que gran enseñanza, que cierto que todo se basa en dejar marchar los problemas y los miedos, y lo má cierto de todo es lo importante que es cambiar de actitud con valentía, pero sin olvidar nuestros errores.
Un fuerte abrazo Lourdes.
Verdaderamente tenemos demasiadas ataduras y demasiados miedos, para lanzarnos a caminar son ellos.
Deseamos y proclamamos la palabra libertad, pero luego nos da miedo a asumirla, porque siempre estamos pensando en el qué dirán, y preferimos seguir atados a los dictámenes establecidos, y seguir como borregos los cánones que esta sociedad nos marca.
¿Que tal vuestro viaje? Imagino que estupendo.
Un abrazo y de nuevo gracias por tu comentario.
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