viernes, 9 de abril de 2010
Ser mejor cada día
No sé si os pasa a vosotros pero yo me levanto cada día deseando y prometiéndome que hoy aprovecharé el día de la mejor manera posible, aprovechando cada minuto, no fumando más de lo que he estipulado e intentando ser amable con las personas con las que me cruce.
Luego la práctica es otro cantar. En ocasiones me acuesto y pienso: Hoy ha sido un buen día. En cambio hay otros en los que ni siquiera analizo nada porque sé perfectamente que el día ha sido un desastre.
Sin embargo, hay algo que nunca cambiará. Mi deseo, cuando me levanto, de mejorar en algún aspecto que deseo mejorar con respecto al día anterior.
Hay algo que tengo muy claro: Cualquier intento por mejorar o cambiar algún aspecto de nuestra manera de ser, requiere de un gran esfuerzo, atención y dedicación por nuestra parte. Por supuesto que los cambios no son automáticos ni instantáneos, pero si entrenamos nuestro cerebro y ponemos todo nuestro empeño, poco a poco podremos lograr en nosotros algunos cambios perdurables y establecer nuevos hábitos de vida.
Existe al menos un rincón dentro de ti que con toda seguridad puedes mejorar, y eres tú mismo y eso nos hace mucho más felices.
Ciao.
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2 comentarios:
Lourdes : estoy contigo ... me pasa siempre lo mismo.
Dice que de buenas intenciones está lleno el infierno ... pero no me cabe duda amiga que " te salvas".
Me sentí 100% representada ... somos varias que se levantan con el ánimo del " pie derecho" pero que en el intertanto no logramos el 100% de lo propuesto. " LA fe es lo último que se pierde"
Muchos cariños y gracias .. somos varias mamás ( y más de lo que crees) en proceso de mejorar
María, gracias por tu comentario y sobre todo por estar tan identificada conmigo.
Cada día es una nueva oportunidad y cada día nos levantamos optimistas, pero... ¿Qué nos pasa cuando el día va pasando? Pues que nos vamos encontrando con esos pequeños contratiempos que al final del día nos hace estar un tanto depres.
Pero como soy muy optimista pienso que nunca debemos rendirnos en ningún aspecto de la vida y tenemos que seguir en pié, por nosotras y por nuestra familia.
Con la ayuda de Dios creo que al final casi lo conseguimos ¿Verdad?
Lo importante es no sentirse perfecta. Dios nos quiere con esos altos y bajos y Él nos ayuda a seguir con la lucha por la perfección.
Un beso grande.
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