martes, 13 de julio de 2010

Madres los 16



Me llega un correo de una querida amiga, comprometida con Derecho a Vivir Jaén, con este comentario:
Es un artículo publicado hoy en el Diario digital El Confidencial y es bastante interesante.
Aquí os lo dejo.


Madres a los 16: “Sí hay alternativas al aborto”

Son menores de edad, se quedaron embarazadas sin buscarlo y eligieron dar a luz. Son la otra cara de la moneda del aborto: Jóvenes menores que sí quieren tener a sus hijos aunque no tengan recursos para mantenerlos. Los psicólogos y trabajadores sociales hablan al unísono: ningún embarazo adolescente es deseado.
Y aunque la Administración no dedique ni un solo euro en ayudas para ellas, hay jóvenes que se ponen su mundo por montera por parir a sus hijos. Estas madres son, para los encargados de fundaciones en defensa de la vida, víctimas de un sistema que no les facilitó toda la información sobre las opciones que hay para seguir o no adelante con su embarazo. Porque alternativas al aborto existen. Y no sólo una.
Las madres que dicen no al aborto exigen que el Estado ofrezca otras alternativas. “Tres de cada cuatro chicas que tienen dudas, si se les informa correctamente de las alternativas que existen, deciden seguir adelante con su embarazo”.
Conrado Giménez es presidente de la Fundación Madrina, una institución que ayuda a la mujer y a la infancia, a la madre y su maternidad, preservándoles de cualquier tipo de violencia, abuso, dificultad, riesgo o desigualdad social. Según las jóvenes ‘apadrinadas’, “un ángel de la guarda”.
Una vez dentro de la Fundación Madrina, todo son sonrisas. Pero María y Patricia, las dos entrevistadas que prefieren hablar en el anonimato, lloraron, patalearon, pagaron con creces su único error: quedarse embarazadas. 16 y 17 años.
Ambas sudamericanas. Las dos sin trabajo. Una sin el apoyo de su familia y sin su pareja. Las dos con un bebé en sus entrañas. ¿Qué hacer? ¿Dónde acudir?
“La única solución que me dio la asistencia social que me atendió la primera vez era abortar… Era fácil, sencillo, fuera problema, me decía. Pero yo no quería… ¡No quería!”. Un teléfono en la televisión le llevó hasta Giménez. “A mí nadie me dijo que existía esta casa, ni otras casas de acogida para madres sin recursos, ni guarderías para los bebés, ni formación para nosotras”, se quejan.
“Cuando una mujer clama, debemos oírla… Por eso, en cuanto recibimos una llamada, vamos a buscar a la joven. Esté donde esté”, explica Giménez.
De allí, a un piso de la Fundación. Una vez en manos de la trabajadora social, le pregunta si desea el embarazo o no y si cuenta con el apoyo familiar y de la pareja.
También les pregunta por sus expectativas de futuro, y le anima a no perder la ilusión. Les orientan sobre los recursos disponibles una vez que nazca el bebé: Clases de formación, educación a distancia, servicios sociales. Reinsertarlas en la sociedad. “Desde hace 8 años tenemos un equipo de voluntarios, psicólogos, trabajadores y educadores sociales, médicos, hogares y guarderías madrina, abuelos madrina y socios colaboradores que apoyan, ayudan y acompañan a más de 133.000 mujeres jóvenes adolescentes de 14 a 40 años”, narra Giménez.
Las otras salidas para solucionar el problema
María Teresa Riofrío es la portavoz de la Línea de Atención a la Mujer, una línea telefónica que desde 2005 ha atendido a 13.500 embarazadas y madres. “La nueva ley desprotege legalmente a los más débiles socialmente, a los no nacidos y a las embarazadas en riesgo de exclusión”. Sólo en 2009 marcaron el 900 500 505 más de 2.300 mujeres de la Comunidad de Madrid. “La información oficial excluye otras alternativas al aborto”. Riofrío se queja que, en el sobre que se le da a la joven adolescente embarazada que va a abortar, se excluya a asociaciones provida. “Dar el aborto como la única y la mejor salida no es dar información veraz”. Existen alternativas, asociaciones que apoyan a la mujer que se encuentra en situación de exclusión social.
Con sus 5 años de experiencia, asegura que el 90% de las mujeres que piensan abortar lo hacen por la presión laboral. “Hasta el 95% de ellas querían tener al bebé, pero las circunstancias se lo hacían muy difícil. Al final, el 35% abortó”.
No todas las mujeres carne de cañón de la nueva Ley de Salud Sexual y Reproductiva son jóvenes menores de edad, inmigrantes, sin recursos. “Por un lado, tenemos mujeres adultas, con formación básica, aunque cada vez vienen más universitarias, con más formación”, cuenta. También inmigrantes, aunque el número de españolas aumenta. “Trabajadoras asalariadas que sufren presión laboral motivada por el embarazo, y sobre todo, con un problema que les posiciona en una situación de extrema vulnerabilidad, el abandono de la familia o de la pareja”, continúa.
Con todo, asegura que el aborto es un problema social, de violencia y de cultura, “y el Estado lo ha convertido en un problema de salud”. Así, Giménez asegura que tres de cada cuatro mujeres que se acercan a su fundación con dudas sobre continuar o no con su embarazo, al encontrar apoyo deciden seguir adelante. “Las chicas no necesitan una ley del aborto más permisiva, sino más ayudas a la maternidad. Lo que pasa que el Estado busca la solución más económica para ellos”.
El aborto, generador de pobreza para España
Ninguna las jóvenes entrevistadas ni las más de 4.000 jóvenes que han pasado por manos de Conrado decidió ser madre antes de que el test de embarazo dio positivo. Una vez conocida la noticia, había que buscar la solución más adecuada.
Para la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, la modificación de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva era la única forma de evitar que las jóvenes acudan a clínicas ilegales para abortar.
Para Giménez, estas políticas permisivas generan pobreza y desierto demográfico. “El aborto, generador de pobreza, supone para nuestra economía un empobrecimiento del 6% del PIB anual”, cifra.
Al mismo tiempo, estos niños que no nacen provocan que España se coloque en el G2 de las adopciones internacionales.
“Gastamos el mismo dinero en abortos que en adopciones internacionales”. Cerca del 1% del PIB. En 2010, “gastamos 14.000 euros a la hora en adopciones y 9.000 en abortos”, conduciendo a políticas de importación de la maternidad. “Esto convierte a la maternidad en un commodity, un recurso escaso al alcance de muy pocas familias”.
La adopción es, según Giménez, la alternativa que concilia el problema y el fracaso que genera el aborto con una política acertada de bienestar social, basada en la inversión en maternidad. “Si consiguiéramos que el 12% de los abortos se canalizasen hacia adopciones nacionales, conseguiríamos una externalidad positiva de cuatro individuos”.
El bebé que nace, la madre donante y los padres adoptivos, así como para el conjunto de la sociedad.

Está claro que hay muchas alternativas al aborto, y hay soluciones para impedir que en España se asesinen miles de bebés al año. Sólo hay que tener voluntad de salvar vidas. Para este gobierno, la solución es segar la vida de ser concebido, y hacer que las mujeres "se quiten el problema de en medios", en vez de darles soluciones y ayudas, para que críen a esos hijos que van a nacer.

Ciao.

2 comentarios:

Teresa dijo...

Magnífico artículo, Lourdes, que expresa lo que ya sabemos -aunque algunos no quieran verlo- ¡que hay alternativas reales al aborto!. Esto demuestra que hay un interés político brutal en implantar el aborto por encima de todo. No les valen argumentos morales, científicos, demográficos ni económicos. Es un empecinamiento deshumanizado y oscuro, que esconde algo que también sabemos: que detrás del aborto hay un auténtico "negocio" montado. Un abrazo

lojeda dijo...

Como comprometida con Derecho a Vivir, me he propuesto editar todo lo que salga, y que de a conocer las mentiras de este gobierno por convencernos que lo que ellos quieren y dicen es la verdad y lo beneficiosa que es esta ley del aborto para las mujeres.
No es verdad, y por eso yo lo voy a seguir denunciando, para que tenga la mayor difusión posible.
Gracias Teresa por tu visita y comentario. Puedes volver cuando quieras.
Un beso grande.