jueves, 29 de julio de 2010

Yo soy, lo que soy


A veces nos empeñamos en querer ser alguien cuyo modelo creemos ser el ideal para nuestra realización personal.
Luchamos con insistencia contra todos los obstáculos que se presentan como impedimento en la realización de nuestros propósitos, pero consiguiendo o no el objetivo, es posible que el fracaso esté esperando nuestra llegada.

Hay personas que sueñan todo el tiempo todo con una posición destacada en la sociedad. Quieren alcanzar la notoriedad, quieren ser noticia en las columnas sociales, quieren ser reconocidas en la calle, quieren el brillo de las camaras sobre sus rostros.
tanto esto no sucede, se muestran tristes, sin ánimo, fracasadas y sin vida. Buscan ser aquello que no son y, probablemente, nunca serán.

Bueno es vivir de acuerdo con la dirección de Dios. Las viejas costumbres, que tanto estorbaban nuestra dicha, si son colocadas delante del Señor, serán transformados en actitudes nuevas, espirituales, que nos ayudarán a llegar al jardín florido de nuestro contento.

Seremos verdaderamente felices si nos colocamos delante de Dios como las personas que Él anhela que seamos. Su gracia será abundante sobre nosotros y el brillo de nuestra alegría acabará contaminando aquéllos que están a nuestro rededor, haciendo que los demás sean motivados a buscar la felicidad de la misma manera.

No debemos intentar copiar la felicidad de nadie. La nuestra, debe ser personal, original, dirijida en el camino del Dioos y regada por el amor y por las copiosas lluvias de bendiciones del Dios a quien amamos y servimos.

"Yo no soy lo que yo sería. Yo no soy lo que yo quiero ser. Yo no soy lo que yo espero ser. Sin embargo, yo no soy el que yo solía ser. Y, por la gracia de Dios, soy lo que yo soy".
John Newton (1725-1807)

Ciao.


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