sábado, 15 de enero de 2011

El sufrimiento del feto



Ninguna cultura ha huido tanto y tan violentamente del sufrimiento, del esfuerzo y de la renuncia como la nuestra.
Abandonar a la pareja, acabar con el hijo que no viene con las cualidades esperadas o no es deseado, solicitar el suicidio asistido por una enfermedad, se justifica para eludir el sufrimiento que ocasionan estas personas que no cumplen los criterios de “calidad de vida”.
No queremos sufrir por nada, ni por nadie, y así, hemos eliminado las corridas de toros por el sufrimiento que provocamos a los animales, pero justificamos el asesinato de nuestros hijos desde los estados, las organizaciones y otros poderes.

Nadie puede demostrar que el feto no sufre cuando se provoca un aborto.
Al contrario, se ha observado por ecografías como el feto se retrae cuando se introduce el cuerpo extraño que acabará con su vida.
El feto es un niño muy pequeño que se está formando en la barriga de su mamá por una relación que tuvo con su papá, pero no lo quieren.
La violencia más grande que existe en este momento sobre la faz de la tierra son los millones y millones de abortos que se producen año tras año.

El feto no es un animal, es un ser humano y como tal debe ser tratado. Si se demostrase que el feto sufre durante el aborto ¿cambiaría esto su situación? ¿se respetaría su vida?
El problema es mucho más profundo pues no hay voluntad política, ni social para solucionar este gravísimo problema. La vida no nacida merece ser respetada y auxiliada.
La condición humana del embrión o feto humano lo hace digno y valioso en sí mismo y su situación de debilidad pide ser acogido y defendido por sus padres, médicos y que la sociedad tutele su derecho básico a la vida.


Comisión de Bioética, Partido Familia y Vida. - 08/01/2011

Ciao.

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