Si creemos en Dios...

Si creemos en Dios, por más que nos amenacen los anuncios del pesimismo, con relación a probables calamidades futuras, conservaremos el corazón tranquilo, en la convicción de que la Sabiduría de Dios, sustenta y sustentará el equilibrio de la vida, por encima de toda perturbación.

Si creemos en Dios, en ningún lugar experimentaremos soledad o tristeza, porque nos veremos en unión constante con todo el Universo, reconociendo que lazos de amor y de esperanza nos identifican con todas las criaturas.

Si creemos en Dios, nunca nos perderemos en el laberinto de la rebeldía o de la desesperación, ante los golpes e injurias que se te proyecten en nuestro camino, por lo que veremos a nuestros ofensores, como unos infelices en este mundo, mucho más necesitados de bondad y protección que de hiel y censura.

Si creemos en Dios, viviremos en la Tierra sin adversarios, a la vez que, por más que se multipliquen en la senda aquellos que nos agredan o menosprecien, aceptaremos a los enemigos y opositores, como a hermanos nuestros, situados en diferentes puntos de vista.

Si creemos en Dios, jamás nos faltará confianza y trabajo, porque nos levantaremos cada día, en la certeza de que disponemos de multitud de oportunidades benditas de comunicación con los demás, disfrutando el privilegio incesante de ayudar y bendecir, de entender y de servir.

Si creemos en Dios, caminaremos sin aflicción y sin miedo en las veredas del mundo, por grandes que sean los peligros y riesgos que nos oscurezcan el camino, incluso frente a la muerte, reconoceremos que permanecemos con Dios, tanto como Dios está siempre con nosotros, más allá de pruebas y sombras, limitaciones y cambios, en plenitud de vida eterna.

Yo si creo ¿Y tú?

Ciao.