Silencio significa introversión y conexión con nuestro ser espiritual. Significa distanciarnos de todos los pensamientos que nos unen al mundo exterior y estabilizarnos en la conciencia del alma.
Con nuestro silencio conseguimos claridad y toda la expansión se funde.
Desde el silencio nos abrimos a una comprensión amplia y profunda de la realidad y entendemos que cada escena de esta maravillosa obra de la vida es única y, no importa lo que suceda. Que debemos de permanecer pacífico porque nuestra religión original es la paz.
En el silencio podemos descubrir los secretos de la mente: Entendemos que cada pensamiento que creamos es, como una semilla que necesita sustento y cuando sustentamos el tipo erróneo de pensamientos, éstos crecen y se convierten en algo grande y ruidoso y entonces es cuando se hace difícil tranquilizar la mente.
Si sembramos y cultivvamos pensamientos puros, profundos y espirituales, nuestro estado interno y nuestra experiencia también se volverán así.
En el silencio podemos experimentar el amor de Dios. Cuando hay amor, no hay trabajo duro. Si sentimos que estamos haciendo esfuerzos duros, es que falta amor.
Desde el silencio podemos comprender rápidamente lo que hay en los corazones de los demás y así podemos cooperar con precisión.
En el silencio podemos ver y descubrir muchos aspectos del ser, si no estamos sólo viendo cosas del mundo exterior.
En el silencio comprendemos que en el presente hay una gran necesidad de fortalecer el ser y prestar atención nuestro progreso espiritual.
El mundo está en crisis y con cambios que nos afectan a todos, y la única seguridad verdadera y estable viene de la experiencia nuestro silencio, que debe ser un soberano en nuestro mundo interior para permanecer conectados tanto como nos sea posible, con la fuente de poder espiritual, que es la fuente que todo lo puede.
En este tiempo de Cuaresma, recién estrenado, es bueno para experimentar los beneficios que nuestro silencio interior nos proporciona.
Probemos a desconectar por unos instantes del ruido exterior, y hagamos silencio dentro de nosotros.
Ciao.
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