60 millones de euros al año. Son los beneficios de las clínicas abortistas en España. Hay crisis, pero no tiene nada que ver con el dinero.
En medio de la crisis, está floreciendo una industria dedicada a acabar con la vida de más de 100.000 seres humanos cada año.
Con la nueva ley del aborto nuestros políticos han disparado los beneficios de un lucrativo negocio: el volumen anual de ingresos de los centros abortistas ronda los 60 millones de euros.
A esta cifra hay que añadir las generosas subvenciones que el Gobierno entrega a las clínicas abortivas en su labor de promover la cultura de la muerte. Muerte de inocentes disfrazada de progreso, de libertad de la mujer, de salud reproductiva y otras mentiras.
Lo único cierto es que no hay sociedad que pueda acoger este tipo de actividades -matar a los más inocentes- sin aniquilar los derechos humanos sobre los que se fundamenta.
Estamos en una profunda crisis, y no tiene nada que ver con el dinero.
Ciao.
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