* Bienaventurados los que se ríen de sí mismos, porque siempre tendrán suficiente conversación.
* Bienaventurados los que distinguen una montaña de un montículo hecho por un topo, porque se ahorrarán un montón de disgustos.
* Bienaventurados los que son capaces de descansar y dormir sin disculparse por ello, porque se volverán prudentes.
* Bienaventurados los que callan y escuchan, porque aprenderán cosas nuevas.
* Bienaventurados los que prestan atención a la llamada de los demás sin creerse insustituibles, porque sembrarán la alegría.
* Bienaventurados seáis si sabéis observar las cosas pequeñas con seriedad y las cosas serias con tranquilidad, porque llegaréis lejos en la vida.
* Bienaventurados seáis si sois capaces de interpretar siempre el comportamiento de los demás con benevolencia, incluso cuando las apariencias indiquen lo contrario, porque, aunque nos tomen por ingenuos, ése es el precio del amor.
Sabiduría y sencillez en estado puro.
Por las Monjas “Nouvelles des fraternités”de Francia
Ciao.
No hay comentarios:
Publicar un comentario